La esencia de Mustafunk se plasmó en imágenes que hablan y recorren 10 años de carrera. A través de dos fotos grupales principales, una para cada integrante del mismo tamaño y una gran cantidad de retratos más pequeños de seguidores, músicos, familiares y staff. “La Cocina“, según titularon los fotógrafos Alicia Urbaneja y Francisco Justiniano, fue la muestra que se desarrolló en el primer piso del recinto. Todo ese recorrido cobró vida minutos después cuando todas las miradas se clavaron en el escenario de Niceto.
El set de DJ Zuker tuvo un corte seco y los alaridos de los primeras filas evidenciaban los movimientos en el telón: el grupo ya estaba arriba y los acordes de “Ciudad Albinogolpica” fueron lo primero que se oyó. El comienzo tuvo una fuerte presencia de Salpica, el álbum debut de la banda de Paso del Rey. “Haarp“, “Sincero” y la canción que le dio nombre a la placa fueron parte del arranque en Palermo.
El pogo en “Mastodonte y Guachinazo” aumentó la temperatura de los espectadores en Niceto Club pero el calor entre los músicos ya había llegado: desde los primeros momentos se muestran llenos de energía, lo que trasladan perfecto al plano sonoro. El primer invitado fue Lulo García, cantante y guitarrista de Virtual Frizz. Participó en “Sapo Rey“, inicio de una seguidilla de Laboro Chamanik con “Ruidos del Parlante” y “Abrazo diente sueño“. La siguió “Yogurt” que se metió al podio de las mejores de la noche, sobre todo por la devolución del público. En la voz fue invitado El Tony que supo prestar el microfono a los presentes. El artista abrió la noche con su banda, en la que tocó Agustín Pettinato, bajista de Mustafunk, y presentó Cobarde, su EP debut.
“No tocábamos desde enero en Capital, estamos muy contentos” dijo Martín Pedernera, cantante del grupo, mientras se ponía de abrigo un trapo arrojado desde el público. Salió de buzo y gorra pero ambos duraron poco: no quedó centímetro del escenario sin recorrer por el “Negro” y a los pocos minutos quedó con sus pelos verdes a la vista. Cuando se cumplía la primera hora del show bajaron la velocidad con “En tu mirada” y la balada rockera “De atrás de un manto”, desde Culo, su último trabajo discográfico.
Guillermo Arrom fue invitado para ser el abanderado en la instrumental “Las andanzas de Pastoriuzito”, al igual que en la versión del disco. El “sexto Mustafunk”, como fue introducido, se quedó para el ya clásico cover de “Cementerio Club” de Pescado Rabioso que se llevó una de las ovaciones más grande del sábado por la noche gracias al virtuoso solo del violero. Las luces se tornaron violeta cuando “Sorete” trajo una marea de gente saltando a Niceto para confirmar que costaba quedarse quieto con la banda. En la misma sintonia, “Corpiños para hombres” hizo bailar a los seguidores y demostró que es una de las predilectas de Culo.
A la hora de iluminar el escenario se repartió el show por segmentos según colores: verde, amarillo, azul, violeta, naranja y rojo, en ese orden. Siempre las luces se disparaban desde la pared trasera, sin escenografía, hacía arriba. También dos reflectores, uno a cada lado de la batería apuntaban de lleno al publico. Si hay que dividir al grupo en sus partes se puede encontrar al cerebro en Agustín “Turco” Marinelli, guitarrista y productor, y el corazón en el movedizo Agustín Pettinato, bajista, que se adueñó del lugar con la intro de “No me mires”. Junto con la fiesta de “Fever” y los puños en alto para el grito de “MUSTAFUNK YEAH!” se comenzaba a oler el final de la noche en Palermo.
“Laboro Chamanik” tuvo un enlace preciso con “Clona ese punk”, que tuvo un pequeño guiño desde la guitarra a “Y ahora te vas” de La Nueva Luna y la bateria de Camila Marinelli no se detuvo y llegó “Monos”, con la banda con un sonido demoledor y constante para el olvidar el frío que golpeaba en la vereda de Av. Niceto Vega. Ante la potencia del cierre, también engancharon “Hay Ron Maiden” y “Turviolencia”, donde terminaba la lista de temas y el abrazo entre ellos parecía cerrar el telón pero hubo una número 30. La acertada elección de “Juan” como final gastó la nafta que quedaba en el tanque de los seguidores que despidieron al grupo en un colchon de aplausos y un cantito de feliz cumpleaños especial, por la primera decada de vida de Mustafunk.
Fotos de Mel Giul.
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