Está claro que cuando Malpaso toca, siempre hay algo que escuchar más allá de su música: hay asuntos que no callarán. No iba a ser la excepción el pasado sábado, allí en lo más profundo de El Vecindario, donde las tablas aguardan en cada ocasión.
Alrededor de las 22:00 comenzaron a ingresar los primeros fans, en un espacio íntimo, donde asisten sólo los fieles, donde la gente está cara a cara con los músicos. De fondo, un guardapolvo colgado. Sólo eso conformaba la escenografía: un uniforme escolar sostenido en un gran telón. Podía intuirse su significado, pero siempre suena más placentero escucharlo en palabras de quienes así lo pensaron.
Unos 45 minutos más tarde, los primeros acordes y “toques”, anticipaban el tema de apertura: “Los Pájaros”, primera canción del último disco, y de la noche. Le seguiría “Huayno por un poco”, tema durante el cual se escuchó en palabras de Nicolás Bustamante -voz y guitarra- “aguante la lucha docente”. Todo quedaba más claro aún, no obviarían tan delicada cuestión. Y si de lucha hablaban, seguirían con “Guerrero” y “Para otro lado”, dos rugientes clásicos de estos pibes ya maduros. Entre canciones y músicos invitados, trascurría el concierto, con buena cantidad de público asistente, alguna bandera por allí, y un par de seguidores que hacían notar su euforia bien al frente del escenario.
La lista iba a continuar con “Como nace una canción”, “El hogar”, “Cantor” y “El olvido”. Entre tema y tema, en las voces de los asistentes, sonaban tradicionales cánticos como “Malpaso, es un sentimiento, no se explica, se lleva bien adentro…”, o “la mejor banda, de rock and roll, esa es Malpaso…”. Previo a “He vuelto a nacer”, nuevamente Nicolás iba a reafirmar el apoyo de la banda a la situación por la cual atraviesan y luchan los docentes. No titubeó al decir que es una “vergüenza” lo que les ofrecían como aumento, y que cuando pensaron en la idea del guardapolvo (hacía ya varios días), creían que para esta altura -es decir, para la fecha en que tocaron-, iba a estar todo solucionado. Nada de eso.
Hacia la mitad del show, y a pedido del grupo, lo seguidores se arrimaron más hacia el escenario. Era necesario estar más cerca aun. La selección de canciones daría lugar a “Entre los tres”, “Lejano Sur” y “Simple”, para llegar -quizás- a una de las más esperada: “Fragilidad”. Bustamente ya iba anunciando de a poco el final del show, no sin antes contar que estuvieron cerca de suspenderlo debido a una infección bucal que sufrió días anteriores. Claro está, no pasó a mayores.
Ya para el cierre, y no sin el clásico pedido de “otra, otra”, Malpaso tocaría “Al lado mío”, “La cultura y las ausencias” y “Relato y canción”. Un final con abrazos, agradecimientos, arriba y abajo de las tablas. Un total de dieciséis canciones, que parecieran haber satisfecho a su gente. Y suponiendo que así no hubiese sido, habrá más el próximo 22 de abril, previo al show de Sueño de Pescado en Studio Theater. Será cuestión sólo de esperar.
Crónica: Jero Benassi
Fotografías: May Suarez
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