El destino no siempre está escrito. A la suerte también hay que ayudarla. Los Gatos Salvajes ya tenía cantante y la prueba que había tenido Litto Nebbia no obtuvo los resultados que él esperaba porque era muy chico. Claro, en ese entonces tenía catorce años. Sin embargo, por esas cosas locas de la vida, lo volvieron a llamar un mes después y ni él sabe porque: “No tengo la menor idea, no se que pasó. Me llamaron un mes después, yo cantaba igual. Era muy chiquito”. La banda debutó sin suerte con otro vocalista y fueron a lo seguro.
Grabado a comienzos de 1965, el debut de Los Wildcats -así su nombre en inglés- tal vez sea el primer disco del rock argentino, un debate que no le hace mella a Nebbia. “A mi eso no me importa. El debate siempre va a estar, pero si hay otro, será otro. Lo que si es cierto, es que en ese momento no había muchos más grupos con temas propios cantados en castellano con influencia de la música pop adolescente”.
Este debut de la furtiva banda -fue su único registro- forma parte del catálogo de más de 2000 discos recuperado por el Instituto Nacional de la Música (INAMU). Este catálogo perteneció a Sicamericana, sociedad anónima que se desempeñaba comercialmente a través de los nombres Music Hall, Sazam y/o TK y que estuvo paralizado dentro de un proceso judicial de quiebra desde 1993.
La reedición de este disco -el terror de los revendedores- verdaderamente fue un milagro, ya que las cintas originales permanecieron descuidadas en un depósito. Además de las 12 canciones que integran la ópera prima, entre cintas de chamamé, tango y otras yerbas, el trabajo artesanal del productor Gustavo Gauvry permitió el descubrimiento de dos bonus tracks que forman parte de esta nueva versión: “Como Yo Vivo” y “Congratulations” de Mick Jagger y Keith Richards.
Una parte de la historia
Lunes por la tarde, en un bar ubicado en una de las las antiguas calles de San Telmo, acompañan a Litto Nebbia dos de las autoridades del Instituto Nacional de la Música (INAMU). Diego Boris y Celsa Mel Gowland, presidente y vice, respectivamente, no sólo resaltan la importancia de la recuperación del catálogo de la discográfica Music Hall y la cesión de los derechos de los fonogramas a los músicos, sus verdaderos dueños, para que hagan lo que deseen.
Las autoridades aprovechan la ocasión para destacar que el lugar donde se desarrolla la velada –Pista Urbana– pertenece al circuito estable de música en vivo que generó el INAMU con el objetivo de que los músicos tengan a su alcance lugares en condiciones donde puedan tocar, un total de 35 a lo largo de todo el país.
El presidente de la entidad nacida en 2014, pero que es autónoma desde 2016, dio más detalles sobre el recupero de un pedazo de la historia de la música vernácula, que involucra desde Aníbal Troilo hasta Ástor Piazzolla, pasando por Pappo, León Gieco y Charly García, entre otros.
“Es muy importante que sean los mismos intérpretes los que tengan la posibilidad de administrar sus fonogramas para que los discos no queden rehenes de malas decisiones, impidiendo que la sociedad acceda a tan importante patrimonio cultural”, dice Boris, que también asegura que ahora los únicos que tienen que tener la oportunidad de reeditar las obras cuando han sido descatalogadas por alguna compañía discográfica son los propios artistas.
En tanto que Celsa Mel Growland destacó el valor cultural de la recuperación del catálogo y precisó sobre el trabajo que les demandó poner las cintas en condiciones. “Gauvry se pasó más de nueve horas desenredando las cintas donde aparecieron los bonus tracks”.
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