César Andino no puede con su genio, y en cada melodía lo denota: en cada milésima de segundo. Una y otra vez, su asentir constante arriba de las tablas, así lo demuestra: todo va bien. Y en Córdoba no fue la excepción. En la eterna zona del ex mercado de abasto de la capital cordobesa, tocó una vez más Cabezones, en el mítico Refugio Guernica. Pero la banda no estuvo sola, la mesa fue bien preparada previamente.
Todo comenzó a las 23:55. Sí, aparentemente las ansias hicieron que no llegara aún la medianoche para que los músicos de “Océano Vehemente” salieran al escenario, y fuesen quienes se llevaran los primeros aplausos. Seguiría el turno de “Cero Trece”, quien subiría el volumen de la “distorsión”, y luego la noche se encargaría de rematar esa primera parte con “Soy”, una banda en pleno ascenso.
Ya con el clima elevado en temperatura, y lugar -estimativamente- en un 50% de su capacidad, los músicos de Cabezones pisaron el escenario para darle una introducción a la llegada de Andino, quien subió las clásicas escaleras para deleitar una vez más, y arrancar cantando “Jardín de una extremidad”. Bien pegadito seguiría “Frágil”, “Despegar”, “Hombre paranoico”, hasta llegar a una clásica y emocionante evocación: “Sueles dejarme sólo”.
“Gracias siempre por venir, es algo que te explota el corazón, gracias a los chicos de Soy, de Cero Trece y Océano Vehemente, gracias por hacer esta fecha”, fueron las primeras palabras de César para con su público, en una constante interacción entre bromas y otras hierbas. Tras presentar a la formación actual, la pasión futbolera tuvo su lugar, comentando que el bajista era hincha de Central. Alguien preguntó “¿y vos César?”, a lo que este contestó: “Yo tengo menos fútbol que Canal Encuentro”.
El show transcurría, y lista continuaría con “Irte”, “Inmóvil” y “Luchas gigantes”, hasta llegar a un clásico con invitado en escena: “Mi pequeña infinidad”, en la voz de Rodrigo Bozián, cantante de “Soy”. El mismo que hace unos meses realizara una versión en estudio de esa canción junto con Andino, y con video incluido. “Me hicieron mierda la canción… no, mentira”, introdujo el líder de Cabezones, quien decidió sobre la marcha que Rodrigo la cantara sólo, limitándose sólo a escucharlo y disfrutar. Al finalizar, el cantante agregó: “Ahora cuando me jubile, tengo un par de cantantes en vista”.
Entre tema y tema, continuaba el diálogo con su gente, con frases tales como “me piden temas de hace 28 millones de años”, y anunciando, por ejemplo, que está a punto de salir el nuevo disco de la banda, el cual se puede conseguir en Refugio Guernica. “Llévame a tu infinito”, fue el adelanto de ese material.
Sobre el final, el grupo coronaría la noche con “Pasajero en extinción”, “A tus pies” y “Frío”. Un desenlace explosivo y emocionante, de esos que uno ruega que por favor “no termine, y toquen una vuelta más”. Emocionante como Cabezones, como César Andino, fiel ejemplo de lo que significa no bajar los brazos. Y las almas seguidoras así lo entienden. No había nada más que agregar. (POR JERÓNIMO BENASSI)
Fotos de Florencia Zufiaurre
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