La noche con pocas nubes y con una temperatura casi primaveral, alentaba a pensar que el clima era estupendo. Parecía todo muy tranquilo en la vereda de Balcarce al 400. Todavía mucha de la gente se encontraba distribuida por los alrededores del bar, compartían algunos alcoholes y alimentaban con algo sus estómagos. El show de La Franela estaba previsto para la hora de la cena, para las 21hs el telón debería abrirse para dar paso a la música sobre el escenario. Pero, todavía faltaba que ingresen algunos rezagados al salón, y el caprichoso telón se abrió casi pasando el cuarto de hora de las 9.
“¡Buenas noches familia!” fueron las palabras de Daniel Pity Fernandez ante los presentes, que están abajo del escenario, pero que con esa frase queda en evidencia que están abrazados por una cálida familia como lo es La Franela, sus canciones y la gente. Las ganas de salir a tocar estaban más que a la vista, la banda completa se mostró inquieta y excitada desde el primer momento en el que aparecieron sobre las tablas. El puntapié inicial con “Siempre” y “Price for Freedom”, fue el disparo atinado para encender enseguida la chispa de la fiesta. El tercero que sale a frenar un poco ese potente envión de arranque fue “Del otro lado del mar”, para que vuelvan enseguida al vuelo enérgico con “Calor y Dolor”.
La historia no tiene que ser olvidada y siempre permite la reencarnación en algunas cuestiones artísticas. Eso sucede con algunos temas de la autoría de Pity que formaron parte del repertorio Los Piojos. Así aparecieron “Entrando en tu ciudad”, casi desde el arranque del show y por la mitad de la lista “Al desierto”, “Cruces y Flores” y “Solo y en Paz”. Es inevitable que estos temas que supieron alegrar a los piojosos por mucho tiempo, vuelvan a sonar en vivo por quien fue uno de los fundadores de la banda de El Palomar, allá por fines de los ‘80. Por eso, para el final del show, no casualmente, salió a reventar la melancolía “Reggae de rojo y Negro”, del disco Verde Paisaje del Infierno (2000). En este tipo de cosas es donde se ve lo rico del arte, cuando el alma del tema es la misma, pero los colores son distintos. La puesta en escena de cada uno de estos temas piojosos cargó con el sonido que caracteriza a La Franela. Son de antes, pero suenan como están ahora.
Pero el presente de su historia pasa por otro lado hoy. La banda goza de tres lindos discos para escuchar y venir a ver en vivo. Con temas como “Fue tan bueno” y “Loco Bien”, del último disco, que tienen esa melodía que roza el oído y deja alguna huella para bailarla, y hasta quizás repetirla silbando. Canciones que supieron sonar llegando casi a la mitad del show, junto a “Sirena” y “Vos me entendes”, con una introducción en la que Pity bromea con Francisco Aguilar (guitarra) sobre la autoría diciendo “El tema comparado con esos rulos es un poroto”. Estos momentos sobre el escenario dejan a la luz la frescura y amistad que hay entre ellos. Hay cada tanto chistes, bromas y comentarios, que parecen venir desde lo interno de la banda, pero que generan alguna risa cómplice entre el público.
Antes de que “Azul y blanca” suene a través de los parlantes, el micrófono es prestado a una persona del público, quién ofrece un mensaje por la memoria de los 30.000 desaparecidos, haciendo a su vez alusión a algunas cuestiones políticas que actualmente existen en relación a esto. El tema muestra una letra dedicada a las madres de plaza de mayo, y que sobre el final exhibe un discurso de una de ellas en un reconocido acto. Luego de este momento en el que el rock vuelve a mostrar que siempre está presente en la lucha por la búsqueda de la verdad y la justicia, la fiesta siguió agitando antes de salir a un breve descanso. Sonaron entonces “Todos los vientos soplan hoy” y “Pasaras”, encendiendo las gargantas en cada estrofa y estribillo de ambos temas.
Al regreso salen con un tema de Pity que supo sonar en vivo en algún ritual piojoso, pero no tuvo oportunidad de ser registrado en ninguno de los discos. “Extraña soledad” fue el elegido para dar arranque a la última parte del show en La Trastienda. Suena “Late Corazón” y para hacer “GPS” invita a subir al escenario a un viejo amigo conocido por todos, Sebastián Roger Cardero, ex baterista de Los Piojos. El público enseguida festeja su presencia, y automáticamente salen los cantos hacia la ex banda piojosa, los cuales fueron cortados por el inminente arranque del tema. Roger, se queda también para seguir acompañando desde la percusión en el reggae de “Akanakena”, y aunque Pity le insiste en quedarse para cantar juntos “Reggae rojo y negro”, no lo hace y se retira entre aplausos del público.
Ya con el inevitable final y el cierre de la fiesta franelera hacen “Lo que me mata”, el primer tema que la banda hizo circular por las radios cuando recién nacían en el 2010, con el disco Después de ver.
Fotos por Sofi Vara para Rock And Ball
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