La fumata blanca sobre el escenario del Movistar Arena era una señal inequívoca: la salida de Eruca sativa era inminente. El trío integrado por Lula Bertoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera estaba a instantes de dar el show más grande de su historia.

No se llega 15 años todos los días, por eso – a días de cumplirse 16 años de su debut en Casa Babylon de Córdoba – hicieron una gira inmensa que comenzó con el regreso al Estadio Obras y tenía su punto cúlmine en el complejo de Villa Crespo, al que Lula confundió con Chacarita. Vaya chasco.

Aquel recital dio pie a que lo editaran oficialmente en plataformas musicales en vivo, lo que sumado a “Dopelganga”, su disco de covers, fue un regalo más que valorable para sus “salpis”. Además, al menos en CABA, tocaron de todas las formas, lugares y públicos posibles: Teatro Coliseo, Niceto y abriendo para Roger Waters.

Que nadie venda nuestro país ni privatice nuestra libertad

La apertura de la lista, que tuvo un total de 27 canciones, fue bien arriba con “Confundiste”. El comienzo fue álgido en todo sentido: desde el minuto cero las frases políticas, a horas de la asunción de Javier Milei, fueron una constante a los largos de las dos horas que duró el concierto.

Si la idea era sentar bases y (volver a) establecer su postura, quedó más que claro. No hubo eufemismos ni metáforas: la banca a las Madres de Plaza de Mayo, la lucha por la verdad, la memoria y la justicia, los 30.000 y el orgullo son banderas que ya han levantado y que Lula y Brenda defendieron desde el micrófono en la extensa pasarela que atravesaba el campo.

Frases de Carlos Jauregui, Roberto F. Retamar, Félix Luna y Cortazar aparecían impresas en blanco con fondo negro en las pantallas laterales que escoltaban al trío mientras transcurrían las canciones.

Si fuera amor no nos haría tan mal

En cuanto a lo musical, el principio -con imperfecciones técnicas en el sonido- fue intenso en formato power trío con “Confundiste”, “Blanco” y “El Genio De La Nada”.

Hay que sumarle “Nada Salvaje”, incluída en “Barro y Fauna” (2016), el disco que los llevó al Luna Park.

Ese traje le sigue calzando perfecto al trío, a pesar de que con el pasar del tiempo exploraron otros horizontes. Esos horizontes tienen nombre y apellido: “Creo”, “Carapazón” o “Justo Al Partir”. En esas canciones es posible apreciar en detalle la calidad de ejecución de Gabriel Pedernera, de lujo en batería, guitarra criolla y bajo, y Brenda Martin, excelsa con su fretless, y también Lula Bertoldi en guitarra y charango eléctrico.

Tampoco faltaron los covers: “Sola En Los Bares”, de Man Ray, y “Ojalá” de Silvio Rodríguez fueron las infiltradas en la lista del grupo formado en 2007.

Pero no sólo del pasado vive Eruca: el festejo de los quince tuvo un estreno. Si bien en la lista otorgada a la prensa figuraba como “Marea”, el título del nuevo tema como “Eso No Es Amor”, que será incluida en el próximo álbum.

Dos escenarios a falta de uno

También vale destacar el segmento electro acústico sobre la mitad del set, donde ofrecieron versiones alternativas de “Para Que Sigamos Siendo”, “Por Quienes Vendran” y “Chacarera Del Primer Día”.

El único invitado de la noche fue el músico argentino Franco Luciano, que con su armónica emocionó en la sentida versión de “Amor Ausente”.

Dos horas, clásicos y puro deleite para los 10.000 que llegaron al Arena a ahogarse en satisfacción. Eruca cumplió 15 y vino a encontrarse de nuevo con todos de la mano de sus canciones y muchas de sus verdades.

Fotos de Gisele Alejandra PH