Cuando el joven Ricardo Iorio hizo una de sus primeras apariciones ante el público grande allá a fines de 1982 con V8, su primera banda, en el festival BAROCK, no era el líder tolerante que fomenta la unión musical como sucede ahora, sino que la inexperiencia y la violencia excesiva, sumados a otro contexto sociológico y político totalmente distinto al que estamos viviendo en esta era, lo llevaron a tener actitudes descalificadoras contra alguien sólo que pensaba diferente a él.

Allá lejos y hace tiempo debutaron en Obras Sanitarias en el evento que entonces organizó Daniel Ripoll, director de la Revista Pelo, que representó la consolidación de este género musical en el país y que tuvo a V8 compartiendo escenario con Orions, Pedro y Pablo, León Gieco y muchos más. Cuando llegó el momento de tocar “Parcas Sangrientas”, que luego incluirían en su disco debut “Luchando Por El Metal” (1983), el bajista no anduvo con vueltas: “¡y los hippies que se mueran!”, sentenció furioso.

El cantante de V8, Alberto Zamarbide, así recuerda ese episodio en un documental: “Al salir a tocar vieron que nos salíamos de contexto y comenzaron a hacer blanco con nosotros… volaban naranjas, cachos de pizza, botellas, de todo. Osvaldo (Civile) rompió la viola y los chabones se salvaron de que no se las tirara por la cabeza. Se coparon muy mal, se pudrió todo, Iorio insultaba a los hippies. Y vino lo peor: durante los dos temas que emitían en directo por la radio yo me trencé con un hippie que estaba enfurecido. Traté de calmar al jipón, pero el tipo seguía. Hasta que me rayé y le dije: “¡Vení, hippie de mierda, subí acá que te reviento!”. ¡Y justo me acordé que estaba saliendo todo en directo por la radio! Se armó un quilombo, pero no nos importaba nada. Y varios se coparon a pesar de todo”.

Con esos antecedentes, es difícil concebir que Almafuerte haya compartido grilla en dos festivales que nada tienen que ver con su género primal, el metal, en medio de bandas como La Vela Puerca, Barco, Cielo Razzo , Las Pelotas, Salta La Banca, Los Caligaris y Los Auténticos Decadentes, entre otras. Su participación en el Cosquín Rock y el Rock en Baradero no dejó otra impresión que no sea positiva ya que, comenzando por los músicos y siguiendo por el público, pudieron convivir en armonía y libertad amén de los géneros musicales afines.

Los estados de ánimo fueron los mismos para cantar a viva voz “Convide Rutero”“Toro y Pampa”“Del Más Allá” o cualquiera del set list que ofreció la banda que completan Claudio Marciello, Beto Ceriotti y Bin Valencia “Cómo Me Voy a Olvidar”, “Vení Raquel” o “Los Piratas” de la banda de Cucho y Jorge Serrano, como sucedió en el Día 1 del Rock En Baradero.

Sin ir más lejos, Los Decadentes subieron a su cuenta oficial de Facebook una foto con Ricardo Iorio antes de subirse al escenario para hacer su set, además de mencionarlo en pleno show.

Por lo que significa y la importancia que tiene dentro de la música pesada nacional hablamos de Ricardo Iorio en primera medida pero si continuamos desarrollando las bandas que tocaron en el segundo día del Baradero, el thrash y la potencia deCarajo rompieron con las canciones que venían desarrollando en sintonía desde el comienzo De La Gran Piñata, Salta La Banca y El Bordo, con la presencia del punk de los rosarinos de Bulldog en el medio.

Impensado en otra época, moneda corriente ahora, puede verse desde distintos lados pero siempre hablando de la música como elemento de unión y desarrollo para las personas. ¡Más música por favor!