Si algo no faltó en el Escenario Norte durante la primera jornada del Cosquín Rock fue el rocanrol en estado puro.

Empezando por El Bordo, siguiendo por La Chancha Muda y Ojos Locos, en las 3 bandas predominaron el baile, las banderas y los pogos, más allá del horario tempranero, no tan cómodo para alguno de sus fanáticos y lo fuerte que pegara el sol. El mayor caudal de gente se vivió cuando salió Facundo Soto, líder de Guasones.

Como un lobo: Facu Soto y los Guasones. (Cristian Sangrmano)
Como un lobo: Facu Soto y los Guasones. (Cristian Sangrmano)

“Reyes De La Noche”, “Como Un Lobo”, “Farmacia“… sólo algunos de los hitazos de la banda que durante cincuenta minutos puso a bailar hasta al que se había ido a buscar su primera hamburguesa de la jornada.

Lo mismo para el turno de No Te Va Gustar, que si bien acostumbran a crear masas impresionantes de gente no tardaron en hacer sus mejores canciones, acariciando viejos tiempos haciendo sonar “Rata” y dándole rienda suelta a lo nuevo, con “No Te Imaginas”.

Emi Brancciari al frente de No Te Va Gustar. (Cristian Sangrmano)
Emi Brancciari al frente de No Te Va Gustar. (Cristian Sangrmano)

Nuevamente, tal y como había sucedido en el Hipódromo de Palermo el último show multitudinario que la banda uruguaya había dado en Buenos Aires, “Tan Lejos” tuvo la participación especial de Facundo Soto de Guasones.

Ya para cuando Emiliano y su banda se despedían, los coros no paraban de anunciar lo próximo: Tocaba el corazón de Patricio Rey.

Y así fue como Skay Beilinson se hizo presente en el Escenario Norte y le permitió a 3 generaciones bailar al compás de lo que supo ser la banda que compartió con el Indio Solari.

Skay, una fija en el Cosquí. (Cristian Sangrmano)
Skay, una fija en el Cosquí. (Cristian Sangrmano)

Divididos, con mucho frío y cansancio, logró colmar casi hasta la mitad del predio.

El cierre épico de Juanse, que en su espectáculo se deleitó con la presencia de Ale Kurz de El Bordo, Celeste Carballo, Mateo Sujatovich de Conociendo Rusia -a quien mencionó como un hijo, ya que él tocaba con su viejo- y para coronar: León Gieco y una maravillosa versión de “Sólo Le Pido a Dios”.

Ricardo Mollo al frente de La Aplanadora. (Cristian Sangrmano)
Ricardo Mollo al frente de La Aplanadora. (Cristian Sangrmano)

Con variaciones de artistas y géneros, el Escenario Sur no se quedó atrás

Sin duda alguna, Trueno fue la revelación. Considerando el horario en el que la producción del festival decidió arriesgar de la grilla, el bostero supo aprovechar semejante privilegio y dejó a más de un padre o abuelo boquiabierto.

En la que sigue siendo la presentación de su último disco, “Bien O Mal”, el joven artista viaja por la música que lo vio nacer y remarca la sangre Argentina, los valores de la patria y la conexión de la tierra con la música casi desde un sitio cósmico, si se quiere.

Casi para el cierre de Trueno, pero entre el norte y el sur, el Escenario Montaña recibió a Catupecu Machu.

Final épico: las baterías de Usted Señálemelo y Juan Ingaramo dijeron presentes y se llevaron ovación.

Conociendo Rusia y Rels B fueron los encargados de brindarle al público del primer día en las Sierras Cordobesas ritmo, energía y un shock adrenalínico necesario para sobrevivir una amplitud térmica que llevó a más de uno a saltar con mochilas, carteras y hasta mantas de abrigo.

Mateo, alias "El Ruso". (Cristian Sangermano)
Mateo, alias “El Ruso”. (Cristian Sangermano)

Se fue otro primer día del festival más importante del país. Con 22 ediciones ininterrumpidas, Cosquín Rock brilló y le dio una cálida bienvenida a sus viajeros que cada año se acercan a Santa María de Punilla para disfrutar de más de 50 bandas, puestos de comida, atracciones, merch y mucho más.