Una U. Así se podría describirse el mes de los Jaguares si la performance en estos 5 partidos de abril. Porque se arrancó con una derrota de las comprensibles, luego el puñal fue yendo cada vez más profundo, hasta que se llegó a tocar fondo con la caída frente a Sunwolves, aunque siete días después llegaron dos grandes noticias: el regreso al triunfo con una categórica goleada frente a los Kings, y el tener la segunda (y última) semana de descanso.
Más allá de las derrotas frente a las franquicias neozelandesas, bien vale hacerse esta pregunta: ¿Estuvo bien administrado el régimen de descanso de los “hombres de negro”? Porque la diferencia de nivel entre el equipo que salió a la cancha en Tokio y el que jugó en el José Amalfitani es abrumadora.
Con el 36-28 en contra frente a los nipones, y el 73-27 a favor ante los sudafricanos, la pregunta que queda flotando es: ¿por qué Raúl Pérez decidió formar en la última parte de la gira a jugadores habitualmente suplentes, dándole descanso a varios titulares (la pareja de medios compuesta por Martín Landajo y Nicolás Sánchez, Ramiro Herrera, Tomás Lavanini, entre otros)?
Más allá de la diferencia de nivel entre ellos (Hurricanes y Crusaders se clasificarían a postemporada, mientras que Blues no), los partidos contra las franquicias neozelandesas eran perdibles. Quizá el fogueo a los “novatos” en los encuentros en Auckland y en Wellington, y jugar con el mejor XV disponible en Christchurch y en la capital japonesa (además del partido en Buenos Aires, claro) no habría sido una idea descabellada. Aunque hablar del ayer, y hacer “pasadología” es fácil en casos como este, uno se queda igualmente pensando…
El plan de Pérez terminó fracasando por lo sucedido la semana pasada, frente a un Sunwolves que, aún con el registro negativo que llevaba, jugó realmente convencido. Los recuerdos se retrocedían al 18 años atrás cuando, también en el Prince Chichibu, el seleccionado asiático derrotó a Los Pumas, que llevaban un equipo también con algunos suplentes, por un histórico 44 a 29 (al año siguiente, en el Mundial de Gales, los argentinos ganarían 33-12).
Sin embargo, la cara mostrada en Liniers distó completamente de su anterior presentación. Los backs y la tercera línea felina fueron los que se pusieron el equipo al hombro, y así, poder lograr el primer triunfo en su casa, y el segundo del torneo, cortando una racha de siete partidos sin victorias. Si bien los Kings son otros que se encuentran en el lote de los más débiles, este triunfo es importante para poder asentar cabeza para lo que se vendrá, e intentar finalizar con más triunfos que derrotas.
Con la mitad de la temporada ya disputada, se vendrá un calendario casi íntegramente sudafricano, con encuentros contra Lions (x2), Bulls, y las revanchas frente a Sharks y Kings. El otro equipo es Highlanders. Ese cronograma queda “partido al medio” por la ventana de junio, en la que Los Pumas se enfrentarán a Francia e Italia.
Pasó el temblor para los argentinos, sumado a que lograron una victoria, la cual esperan que atraiga más partidos con ese mismo final, y tendrán una semana sin partidos. Abril fue complicado. Pero mañana será otro mes.
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