Remixando la frase de Osvaldo Zubeldía: “a la gloria no se llega en un camino con cielo despejado“. Muchos suponían que los Jaguares iban a ganarle al resto “con los nombres“, ya que la camiseta no era la albiceleste de Los Pumas, sino la naranja y negra que visten en este Super Rugby. Sin embargo, apenas un triunfo en cuatro presentaciones es un saldo que deja gusto a poco.
El partido contra Stormers fue, en un punto, similar al encuentro ante Sharks tres semanas atrás. Los africanos fueron un equipo que tuvo un juego principalmente defensivo, lo opuesto al showtime dominante en esta competencia. Y al igual que los escualos en Durban, esto le terminó dando el triunfo en este chato encuentro.
La maldición de las patadas
Muchos pueden tener un mal día, pero a veces, éste se da en un momento inoportuno. Eso le pasó a Nicolás Sánchez, quien más allá de tener un torneo con altibajos, tuvo una jornada negativa. Tras acertar el primer penal, y de recibir la tarjeta amarilla previo a la jugada del primer try, le quedó sobre el cierre del primer tiempo la chance de patear la conversión en una posición en la que podía acertar, pero se le fue ancha. Al inicio del segundo tuvo un penal de una posición similar. Y el resultado terminó siendo el mismo.
La otra chance desperdiciada fue un penal recto pero lejano de Santiago González Iglesias, quien terminó asumiendo la responsabilidad, aunque en este caso se quedó corto. Esos 8 puntos no acertados terminaron siendo carne del “qué hubiese sido sí…”, porque la diferencia con la que cayeron fue de apenas cinco puntos.
Otros factores de preocupación
Entre las asignaturas que tienen que levantar para las próximas semanas, la más importante es el control. La cantidad de pérdidas fue de 22, mientras que su rival tuvo apenas siete. Más allá de que el juego de Stormers se basó en la defensa, situaciones como esta no se deben reiterar.
Lo mismo sucede con el scrum, de los cuales ganaron apenas 3 de los 16 tirados (más allá de que el grueso de los mismos fueron realizados por los sudafricanos), y en un punto con el line, algo que se vio básicamente en el final, con un Eben Etzebeth quien se hizo gigante para robar dos lanzamientos ajenos.
El momento más difícil
Esa mala racha de 3 partidos sin ganar llega en la antesala de la gira por Nueva Zelanda y Japón. Respecto a los rivales con los que va a jugar en tierras maoríes, salvo Blues, sus otros dos rivales (Hurricanes y Crusaders) poseen récord positivo, además de individualidades dignas de destacar (Jerome Kaino en la escuadra de Auckland, Julian Savea y Cory Jane en la de Wellington, y Nemani Nadolo, Same Whitelock y Kieran Read en la de Canterbury), y claro, también el jet lag y el cansancio acumulado (Blues tuvo libre esta fecha).
Está claro que “a la gloria no se llega por un camino con cielo despejado”. Pero nadie esperaba que antes del huracán, llegase esa tormenta sudafricana.
Fotos: Facebook de Jaguares.
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