El público no rugbístico de Argentina suele abuchear al pateador, casi como en el básquet con quien lanza los tiros libres. Pero a diferencia del deporte de la pelota naranja (en donde incluso se incita a eso con el famoso “make some noise” -hagan ruido-) eso en el rugby no está bien visto. Por ese motivo, el joven Damian McKenzie, el hombre a cargo de las patadas (al menos, en la segunda mitad) sonrió. Y, tras recoger el guante arrojado simbólicamente por las 18 mil personas que coparon los sectores habilitados del estadio de Vélez, terminó acertando una patada difícil, casi desde la bandera.
La última imagen del encuentro representa la tan famosa frase “el que ríe último, rie mejor“. Y esa oración resume, al menos, lo que terminó pasando en el partido. Porque cuando se estaba empezando a sentir en el paladar el sabor del triunfo, encima contra uno de los pesos pesados de Nueva Zelanda, apareció “el show del offload” para el equipo de Waikato. No por nada allí juega uno de los máximos exponentes en el rubro como Sonny Bill Williams, ausente por lesión (al igual que otro crack como Brodie Retallick).
Lo concreto es que, por culpa de los cuatro pases en el contacto consecutivos rematados por Brad Weber, Chiefs se llevó un partido que, tras tenerlo controlado, parecía escaparse por la gran ráfaga de los Jaguares en los últimos minutos, en el debut de los mismos en condición de local en el José Amalfitani.
El control, clave
Uno de los puntos destacados es sobre el control de la pelota. Porque hubo varias ocasiones en las que, en pleno ataque, hubo knock-ons inoportunos. Esos errores en la puntada final tuvieron influencia en el partido. No solo porque esas jugadas pudieron haber terminado en puntos a favor. Sino por su influencia en los últimos dos tries (antes había apoyado el capitán Agustín Creevy).
En el primero, o mejor dicho, en la jugada previa a este, Santiago Cordero se escapó y tenía a Matías Moroni apoyándolo. Pero, aún con la chance de habilitarlo con sus manos, prefirió hacerlo con los pies. El hombre surgido de CUBA no pudo llegar, pero el contrarruck tras la recepción del hombre neozelandés funcionó y, minutos después, llegó el try de Martín Landajo.
Minutos después, los fantasmas de los errores del control se ahuyentaron con una gran jugada iniciada por Cordero, continuada de gran forma por Jerónimo de la Fuente y Facundo Isa, y rematada por Moroni, provocando la ilusión de llevarse el triunfo, y no perderle pisada ni a Lions ni a Sharks. Ilusión derrumbada minutos más tarde.
Mucho más que una sonrisa
Más allá de la imagen dejada en la jugada final, McKenzie tuvo una muy buena actuación. Picante cada vez que tuvo la pelota en sus manos, y preciso cuando tuvo que patearla a los palos, luego de que Aaron Cruden le delegó dicha responsabilidad (no estuvo muy preciso el apertura). Fue el hombre que más corrió con la pelota del equipo con 79 metros, y rubricó un try, luego de recuperar un line de Jaguares. Es, sin dudas, uno de los jugadores a tener en cuenta en el futuro
Además de él, también podemos destacar a la dupla de centros: Charlie Ngatai, quien logró imponerse en seis ocasiones a su eventual tackleador; y Anton Liener-Brown, asistidor en dos ocasiones, más allá de que Sam McNicol y James Lowe fueron los otros anotadores.
Un Cordero rendidor
Por el lado argentino, Santiago Cordero, más allá de que esta vez no pudo visitar ningún ingoal, hizo gala una vez más de su productividad. Recorrió 94 metros con pelota, y venció 4 veces a los defensores, además de ser el iniciador en los dos últimos tries (aunque en el de Landajo fue de forma más indirecta).
También se pueden mencionar como puntos altos a Pablo Matera, Guido Petti, y Landajo, cuyos indicadores terminaron siendo favorables. Y, sin enfocarse en un jugador en particular, el hecho de que esta vez no hubo exclusiones de 10 minutos es una buena noticia, además de que tuvieron, al menos, para quien escribe estas líneas, el mejor rendimiento de lo que va del torneo, más allá de que el margen de crecimiento es grande.
El próximo sábado, a la misma hora, en el mismo escenario (al igual que el Mario Kempes, el Fortín también sintió el efecto Iron Maiden) y por el mismo canal, se vendrá para los Jaguares un compromiso tan o más difícil que el de esta tardecita, ya que se las verán con los Stormers, que, más allá de venir como uno de los mejores equipos de Sudáfrica, dio la nota de la jornada al vencer al que hasta este fin de semana era el mejor equipo del certamen, los Brumbies de Australia.
Fotos de Jaguares ARG
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