Hace unas pocas horas el Hotel Intercontinental estaba abarrotado de cuervos expectantes por las nuevas noticias respecto al sueño de todos los hinchas, la vuelta a Boedo. Finalmente Matías Lammens y Marcelo Tinelli se sentaron y dieron las buenas nuevas: se firmará un acuerdo con Carrefour, que permitirá la pronta vuelta del estadio y, a su vez, permitirá al supermercado mantener un terreno.
“La vuelta es ahora”. Esa frase, potente y esperanzadora, estaba escrita en la entrada de la sala de conferencias en el Hotel Intercontinental. Nada esta más cerca de la verdad, ya que con el esfuerzo en conjunto de los dirigentes del club azulgrana, la Subcomisión del Hincha de San Lorenzo y gente del hipermercado, se esta firmando un acuerdo para que ambas partes convivan en la tierra santa. De esta manera, la compañía francesa se quedaría con una parte del terreno, posibilitando la construcción del futuro estadio en el mismo lugar.
Desde un principio se notó la buena onda entre los máximos directivos azulgranas y sus pares de Carrefour: “Queremos agradecer la predisposición de Carrefour. Estamos bien encaminados y en total acuerdo”, comentó el vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, mientras que el presidente, Matías Lammens completó: “La idea es que convivan tienda y Estadio”.
Si bien no se apuraron en confirmar cuantos metros se le darían al Supermercado, lo que sí se sabe es que ayudaría a completar los metros que les faltan comprar a los hinchas cuervos. Sin embargo, no hay que dormirse. Aquellos que aún desean comprar metros para lograr la tan ansiada vuelta, pueden hacerlo a través de la página de la restitución histórica. Sobre el tema del pago, Lammens agregó: “Se están por cerrar acuerdos con las tarjetas más importantes para abonar los metros cuadrados en cuotas”.
La vuelta a Boedo es el sueño de todo hincha de San Lorenzo, y cada vez está más cerca de lograrlo, gracias al incansable trabajo de la Subcomisión del Hincha, la dirigencia del Club, y ahora también por parte de la gente de Carrefour. Entre todos, San Lorenzo vuelve al lugar de donde nunca debió irse.
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