Independiente perdió 2-0 con Belgrano, con goles de Juan Carlos Maldonado y Luciano Lollo, en el estadio Padre Martearena de Salta y quedó eliminado de la Copa Argentina en los dieciseisavos de final.
El Rojo necesita un cambio ya, no un técnico interino como Cristian Díaz. Esta derrota agrava su situación, porque llegó a la quinta derrota en cinco partidos oficiales en el año.
A Independiente esta derrota le influye, porque por cada fase que pasaba había más plata. Esta vez no será. ¿De donde entrará el dinero para traer a Piatti?. Nadie lo sabe, y eso a Gallego le importa mucho. Es una condición excluyente. Lo quiere y lo exige, el posible entrenador del Rojo.
No cambió nada de Ramón a Cristian Díaz, porque Independiente volvió a ser una lágrima, que ni siquiera llegar a ser café. Es triste ver tan mal a un equipo que le dio, le da, y le dará tanto al fútbol argentino.
Independiente es el primer grande eliminado de la Copa argentina. No hay mucho más que analizar. A este equipo no se lo puede analizar. Es hora de que en vez de uno o dos técnicos cambien a veinte jugadores, porque ellos son el problema.
Hoy la culpa no es de Javier Cantero, mucho menos de Ricardo Bochini, tampoco lo fue de Ramón Díaz. Responsabilidad, mínima, tienen seguro, pero no culpa. Los que juegan son siempre los mismos, y lo hacen mal. No hay que seguir culpando a técnicos y dirigentes porque es más fácil. Basta de frases e insultos hechos. Independiente fue fundado para cosas grandes, no para esto.
El Rojo no va a ganar la Copa Argentina y tampoco el campeonato local; quizás Gallego logre cambiarle la cabeza, pero a la larga va a terminar en lo mismo. Por ahora, a conformarse con lo que hay. Esto es Independiente señores.
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