Bajo la dirección técnica del Julio César Falcioni Boca llegó a los 26 partidos invicto, una marca récord en la historia del club, la cual solo es superada por Carlos Bianchi, quien obtuvo como entrenador el bicampeonato 1998/99 llegando a los 40 partidos sin perder.
El “Boca de Falcioni” igualó a los números del equipo que obtuvo el bicampeonato en la temporada 1943/44 en el que jugaba Ernesto Lazzatti, el Pibe de Oro, quien era mediocampista central y con los años se transformó en uno de los jugadores más importantes de la historia Xeneize, siendo capitán, jugando 379 partidos en 14 temporadas y obteniendo los campeonatos de 1934,1935, 1940, 1943 y 1944.
Lazzatti era una especie de Sebastián Battaglia, si lo comparamos con un jugador de la actualidad, y junto con Carlos Sosa y Natalio Pescia formaron uno de los mediocampos más recordados de la historia del club. “Centro de Sosa gol de Boyé“, era la frase del hincha en esa época. Decir Pescia es decir Boca, porque no solo la tribuna en la que va La 12 lleva su nombre, si no que fue el único club en el cual jugó, fue entre 1942 y 1956, vistiendo la camiseta en 365 oportunidades.
El bicampeonato de Boca no fue un título más, porque llegó a los 26 partidos invicto. Estuvo más de tres años sin perder en La Bombonera, que había sido fundada en 25 de mayo de 1940. Ese equipo hizo explotar todas las taquillas. El torneo de 1943 y el de 1944 fueron una bisagra en la historia del fútbol argentino, fue la primera vez que los dos clubes más grandes pelearon un campeonato mano a mano hasta el final, en ambas oportunidades el campeón fue el Xeneize.
Si se analiza arduamente las similitudes entre el Boca de Bianchi, el del Falcioni y el del 43/44 podríamos encontrar algunos detalles interesantes. Los tres equipos, de diferentes épocas, eran compactos, mantenían el orden. Con estilos parecidos, todos eran fuertes en defensa y se regocijaban con un mediocampo inteligente, simple. Quizán no tanto en la era Falcioni, pero en los anteriores el talento estaba en ataque. En mediados de los cuarenta, fines de los noventa y con un parte del 2000 bastante avanzada se encontraron equipos medianamente parecidos, con nombres diferentes, pero con logros similares.
Los once jugadores que fueron la base mayoritaria del equipo bicampeón 43/44 fueron: Claudio Vacca; José Marante, Víctor Valussi; Carlos Sosa, Ernesto Lazzatti, Natalio Pescia; Pío Corcuera, Mariano Sánchez, Mario Boyé, Jaime Sarlanga y el uruguayo Severino Varela.
Este equipo en ambos campeonatos tuvo como escolta a River, en el primero lo superó por un punto, y en el segundo por dos. En 60 partidos obtuvo 37 triunfos, 17 empates y 6 derrotas, marcando 161 goles y recibiendo 83.
Severino Varela. El jugador de la boina blanca, el que no le quiso cobrar a Boca el día que sintió que ya no podía jugar más, marcó 35 goles y se convirtió en el goleador de uno de los equipos más recordados de la historia del fútbol argentino. El equipo que rompió con la hegemonía de la Maquina de River entre 1941 y 1942, la que estaba compuesta por Ángel Labruna, Adolfo Pedernera, José Moreno, Juan Carlos Muñoz y Félix Loustau.
Lazzatti admiraba el juego de River en esa época, y más allá de ser el rival a vencer antes de que comenzará cada torneo, reconoció: “Uno juega contra La Maquina con toda la intención de ganarle, pero como jugador de fútbol a veces prefería quedarme en la tribuna viéndola jugar“.
Pasaron más de sesenta años. Pasaron y pasarán generaciones, sin embargo Boca sigue rompiendo récords. Como lo hizo Martín Palermo la tarde que llegó a los 227 goles, transformándose en el máximo goleador de la historia del club y el quinto en la historia del fútbol argentino. Otro de los que se podría sumar a la nómina de récords es Sebastián Battaglia, porque si Falcioni lo pone un rato el domingo podría pasar a ser el jugador más campeón de la historia Xeneize con 17 vueltas olímpicas, superando a Guillermo Barros Schelotto.
Comentarios