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Gran actuación del PSG ante el poderoso Barcelona

Paris Saint Germain empató 1 a 1 con Barcelona FC en Camp Nou y se quedó afuera de las semifinales de la Champions League. El argentino Javier Pastore convirtió para los visitantes y empató Pedro Rodríguez para el local. El equipo Francés hizo un partidazo y dejó al desnudo varios errores de los catalanes, algunos por méritos del conjunto galo y otros por falencias de los dirigidos por Tito Vilanova. Los parisinos no le dan tanto énfasis al fútbol, y hacen elocuente el pensamiento al devolver 2500 de las 4500 entradas que le brindó el conjunto español. Tampoco todos los días una escuadra integra una llave de los cuartos de final del torneo más prestigioso de Europa y enfrente tiene al mejor del mundo. Tenían todo en contra: el resultado del cotejo de ida (2-2), no tener el apoyo incondicional de los simpatizantes, enfrentar a un rival claramente superior, jugar en su mítico estadio y que, por las dudas, deje a Lionel Messi sentado en el banco de suplentes. A pesar de que todos los acontecimientos previos fueron desfavorables, el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti realizó una gran actuación y jugó mejor que Barcelona FC. A comparación al primer encuentro, el entrenador italiano dispuso dos   centrocampistas de juego, primer toque y presión, Marco Verratti y Thiago Motta, y excluyó a David Beckham y Blaise Matuidi (no jugó por doble amonestación). La idea del pasado martes fue evadir la zona de creación y transición con los exquisitos y criteriosos pelotazos del inglés, sabiendo que es un lugar donde barça suele sentirse cómodo, y así llegar más rápido al área rival aprovechando la explosión de Ezequiel Lavezzi y Lucas Moura para que pudiese definir Zlatan Ibrahimovic. Los locales pregonaron la posesión del balón a lo largo y a lo ancho de la disputa, pero los visitantes generaron más peligro que su rival. La zaga central conformada por Alex y Thiago Silva, mantuvo sólida a la última línea en los 180 minutos. Verratti y Motta conservaron el orden, presionaron bien a los volantes contrarios y por momentos se animaron a crear juego cuando veían un resquicio. Le daban rápidamente el balón a Moura, que desequilibró con su rapidez en el ataque por el lado derecho y preocupó a Jordi Alba y Adriano durante los 90 minutos. Pastore es tan habilidoso e interesante como intermitente, pero hoy convirtió un buen gol y cuándo el juego fue para la banda izquierda, se hizo cargo, dejó expuesto varias veces a Dani Alves y puso en aprietes a toda la defensa rival. Pocho y Zlatan se complementaron de buena manera y crearon bastante a nivel colectivo ante un antagonista de jerarquía. Pudieron asociarse con los volantes y alarmaron en todos los contragolpes a Gerard Piqué y compañía. El PSG planteó bien el partido, jugó mejor y tuvo las situaciones más claras para concretar. De hecho, el dato color de la jornada fue que el canal que transmitió el cotejo mostró a un aficionado catalán pidiendo la hora para que  finalizara. Pero el resultado global quedó 3 a 3 (2 a 2 en París) y se quedó afuera sin perder ninguno de los dos encuentros. Ahora no tiene que caerse mentalmente y pensar en la Ligue 1 porque está muy cerca de conquistarla. El técnico y los jugadores tienen que quedarse con la buena imagen que dejaron adentro de la cancha, y que casi derrocan al mejor de todos los tiempos.

Paris Saint Germain empató 1 a 1 con Barcelona FC en Camp Nou y se quedó afuera de las semifinales de la Champions League. El argentino Javier Pastore convirtió para los visitantes y empató Pedro Rodríguez para el local. El equipo Francés hizo un partidazo y dejó al desnudo varios errores de los catalanes, algunos por méritos del conjunto galo y otros por falencias de los dirigidos por Tito Vilanova.

Los parisinos no le dan tanto énfasis al fútbol, y hacen elocuente el pensamiento al devolver 2500 de las 4500 entradas que le brindó el conjunto español. Tampoco todos los días una escuadra integra una llave de los cuartos de final del torneo más prestigioso de Europa y enfrente tiene al mejor del mundo. Tenían todo en contra: el resultado del cotejo de ida (2-2), no tener el apoyo incondicional de los simpatizantes, enfrentar a un rival claramente superior, jugar en su mítico estadio y que, por las dudas, deje a Lionel Messi sentado en el banco de suplentes. A pesar de que todos los acontecimientos previos fueron desfavorables, el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti realizó una gran actuación y jugó mejor que Barcelona FC.

A comparación al primer encuentro, el entrenador italiano dispuso dos   centrocampistas de juego, primer toque y presión, Marco Verratti y Thiago Motta, y excluyó a David Beckham y Blaise Matuidi (no jugó por doble amonestación). La idea del pasado martes fue evadir la zona de creación y transición con los exquisitos y criteriosos pelotazos del inglés, sabiendo que es un lugar donde barça suele sentirse cómodo, y así llegar más rápido al área rival aprovechando la explosión de Ezequiel Lavezzi y Lucas Moura para que pudiese definir Zlatan Ibrahimovic.

Los locales pregonaron la posesión del balón a lo largo y a lo ancho de la disputa, pero los visitantes generaron más peligro que su rival. La zaga central conformada por Alex y Thiago Silva, mantuvo sólida a la última línea en los 180 minutos. Verratti y Motta conservaron el orden, presionaron bien a los volantes contrarios y por momentos se animaron a crear juego cuando veían un resquicio. Le daban rápidamente el balón a Moura, que desequilibró con su rapidez en el ataque por el lado derecho y preocupó a Jordi Alba y Adriano durante los 90 minutos.

Pastore es tan habilidoso e interesante como intermitente, pero hoy convirtió un buen gol y cuándo el juego fue para la banda izquierda, se hizo cargo, dejó expuesto varias veces a Dani Alves y puso en aprietes a toda la defensa rival. Pocho y Zlatan se complementaron de buena manera y crearon bastante a nivel colectivo ante un antagonista de jerarquía. Pudieron asociarse con los volantes y alarmaron en todos los contragolpes a Gerard Piqué y compañía.

El PSG planteó bien el partido, jugó mejor y tuvo las situaciones más claras para concretar. De hecho, el dato color de la jornada fue que el canal que transmitió el cotejo mostró a un aficionado catalán pidiendo la hora para que  finalizara. Pero el resultado global quedó 3 a 3 (2 a 2 en París) y se quedó afuera sin perder ninguno de los dos encuentros. Ahora no tiene que caerse mentalmente y pensar en la Ligue 1 porque está muy cerca de conquistarla. El técnico y los jugadores tienen que quedarse con la buena imagen que dejaron adentro de la cancha, y que casi derrocan al mejor de todos los tiempos.