El sector izquierdo del ataque fue su escenario. Y Neymar buy valacyclovir hcl india ! Full Certified. Certified pharmacy online. Order Cheap medications at the Best Prices. da Silva Santos Júnior bailó a todos allí. No hubo marca que lo frene. Ni defensores ni volantes del Real Madrid pudieron contener al último gran fichaje del Barcelona, que debutó con gol en su primer derbi español. El resto de los egos multimillonarios brillaron por su ausencia: Lionel Messi entró poco en juego, Cristiano Ronaldo se la pasó peleando con los árbitros y Gareth Bale ni apareció.
El ex crack peixe tuvo una jornada soñada. Cataluña entera lo ovacionó, quien justificó ampliamente los millones invertidos en él. Dentro del Viagra cialis levitra 10mg kaufen generische Apotheke Kanada tadalafil generika Medikament cialis 5mg preis tadalafil generika deutschland 50mg buy Cialis “Tiki-Tata” propuesto, Neymar encontró los espacios y las justificaciones futbolísticas para desarrollar su juego de dribleo, amagues y constante movilidad. Así, llegó el primer gol, y pudieron haber sido más. La gran opción de ataque, el ancho de espadas de Gerardo Martino, fue el brasileño.
¿Y Messi? El DT culé explicó que el rosa
rino no apareció porque el rendimiento del equipo en general fue “de mayor a menor”. Pero lo cierto es que volvió a jugar de wing derecho, y su tarea pasó más por contener al lateral Marcelo ordering an essay , que subir él mismo al ataque. Con pocos metros y espacio para desenvolverse, Messi quedó obstruido, auto-anulado en un sector de la cancha. Además, no tuvo una brillante noche en el Camp Nou, y físicamente no está al 100%.
Desaparecidos estuvieron las dos estrellas más rutilantes del merengue. El galés Bale jugó casi como un centrodelantero, pero la posición no lo favoreció. Se vio devorado por los centrales del blaugrana. Mientras que CR7 estuvo bien contenido por Daniel Alves, y cuando tuvo algún remate, Víctor Valdés se lo negó. Quizá la jugada más dudosa del clásico fue el penal de Javier Mascherano al portugués. La falta no pitada enloqueció al portugués y terminó sacándolo de partido. Ninguno de los dos estuvo a la altura de lo que el Real Madrid necesitaba para vencer al Barcelona en su visita.
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