Los rosarinos se encuentran en cuartos de final de la Copa Libertadores, punteros en el Torneo Final 2013 y en octavos de la Copa Argentina. Por ahora, es el niño bien y estudioso de la clase que se saca todo 10, y que genera cierta envidia en sus compañeros. Pero además de conseguir resultados, es inteligente porque sabe lo que hace y tiene una identidad marcada ya que está bien educado por su padre futbolístico: Tata Martino.
Los jugadores, más allá del lógico cansancio, quieren jugar siempre porque ganan, y eso los mantiene despiertos desde la parte anímica y los lleva a seguir por la misma línea. Es desgastante hacerse cargo de tres competiciones a la vez cuando la plantilla es lujosa pero acotada, y cuando Martino y su séquito alegan que quieren todo. No desligarse del compromiso, por parte del pope del grupo, transmite confianza a los pibes y experimentados, y produce que los contrincantes los respeten ampliamente.
Newell´s avanzó en una llave durísima, contra un rival categórico y de jerarquía que se ubica entre los mejores del país en la actualidad. Pero los rosarinos, en el marco de dos partidazos, fueron mejores: arrancaron con el resultado en contra y lo fueron a buscar. Luego de emparejar rápidamente, la lepra jugó mejor durante todo el primer tiempo hasta que por un error del contrario y buena intuición y convicción de Ignacio Scocco se posicionó arriba en el marcador. En la segunda parte Vélez lo metió lógicamente contra su arco y los visitantes pudieron haber ampliado la distancia, pues tuvieron varias chances de contra. En los últimos minutos el local avasalló y logró empatar en el global, pero no le alcanzó para superar a los dirigidos por el ex entrenador de Paraguay, que mostraron otra virtud además del exquisito estilo: huevos y garra.
Los dirigidos por el Tata lograron versatilidad en los 180 minutos, algo que no habían pregonado en todo el semestre. En el primer encuentro pasaron por arriba a un defensivo equipo que dispuso jugar de contra y que le salió todo lo que elucubró a la perfección (acompañado de la suerte porque Newell´s malogró bastantes ocasiones claras para convertir). En el segundo cotejo, los leprosos encontraron rápido el primer grito y, más allá que el buen trato de balón se mantuvo, fueron más prácticos porque las circunstancias del duelo así lo dispusieron. Esa practicidad no premeditada fue la que permitió que la lepra siga con vida en la copa.
En cuartos de final chocará ante el mítico Boca de Carlos Bianchi, y claramente será una disputa de identidades y estilos antagónicos. En el medio estará el partido del campeonato, que completa el popurrí de tres cotejos seguidos en una semana (a partir del jueves que viene) frente al equipo de la Ribera. Probablemente sean muy distintos los encuentros de la copa al del torneo, pero se vienen días importantes y claves para la institución de Rosario porque todos saben que se autoproclamaron como candidatos. Ahora se tienen que hacer cargo de sus dignas, valorables y corajudas palabras, y demostrar que pueden seguir siendo el nene bien y estudioso, que es inteligente y se saca todo 10.
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