Las remeras titulares, generalmente, nunca van a cambiar su color y, en algunos casos, tampoco su diseño. Como mucho, la novedad pasará por un nuevo spónsor, un cuello distinto al del modelo anterior o la tela con la que fue confeccionada. El problema es con las alternativas: muchas veces se usan para innovar con respecto a sus colores y dibujos.
Hoy en día, el tema sale a la luz por la foto que circula en Internet de la posible camiseta suplente que usará Boca en la temporada 2013/14. No es photoshop, ni algo por el estilo. La camiseta es real y ya está fabricada. En su momento, el club de la Ribera ya había utilizado modelos llamativos, pero tenían que ver con su historia y no eran tan llamativos como este.
Esta es una tendencia que aumentó en los últimos años. En el fútbol argentino hay ejemplos de sobra. Hace algunos años, más precisamente en el 2008, River jugó algunos partidos con una remera muy particular, de color violeta.
Y para seguir con los grandes, el modelo anterior al actual de la tercera camiseta de San Lorenzo era presentado como de color dorado, pero era más un color “café con leche”. Salió a la venta, pero nunca fue usada en un partido oficial de primera división.
En la mayoría de los casos, y a pesar de las quejas, cuando salen estos tipos de modelos, enseguida se empiezan a notar, tanto en las calles como en las canchas, que los hinchas los compran igualmente. No tienen un sentido histórico, ni su precio no es muy accesible (hoy en día, no baja de los $400) y, sin embargo, la gente elige estos modelos para representar a su club, mostrar su fanatismo y, a la vez, vestir excéntricos colores. Por lo tanto, podemos decir, que las marcas están felices, porque logran su objetivo.
Comentarios