56.000 espectadores se reunieron en el Camp Nou para recibir al crack brasileño Neymar, quien llega al club como el posible socio ideal para las travesuras de Lionel Messi. El fichaje del ex jugador del Santos es una fuerte apuesta económica e institucional del Barcelona, que espera revolucionar en las canchas, pero también el marketing mundial.
La negociación fue muy dilatada, con una costosa intervención del Real Madrid, pero llegó a buen puerto. 57 millones de euros terminó costándole al cuadro culé la llegada del atacante de 21 años, 17 millones más de lo planificado según el vicepresidente Josep Maria Bartomeu, por la insistencia merengue en querer llevárselo. Aunque Neymar entendió, desde un principio, que el lugar ideal para jugar era Barcelona, y junto a Messi, el mejor del mundo.
La rompió en su tierra natal, ganó la Copa Libertadores, pero los blaugranas vapulearon su moral deportiva con un categórico 4-0. En esa goleada, el astro comprendió que debía migrar para crecer, y eligió el mismo equipo que lo deslumbró y lo bailó. “Aguanté mucho para no llorar, mi sueño de niño se ha realizado”, dijo Neymar en conferencia de prensa.
Sin dorsal aún (ya que el ’11’ pertenece a Thiago Alcántara), el brasileño vivió una jornada intensa con mucho público expectante por su presencia. “No valgo 50 millones de euros, pero agradezco al club el esfuerzo. Me gustaría que mi nombre quedase grabado en la historia del Barca“, reconoció el bautizado O Rei Neymar, en alusión al apodo de Pelé. Con esta cuestión marketinera de potenciar a Neymar, Barcelona jugará bastante. De hecho, ya empezó: el futbolista llegó vestido con ropa de Nike, la marca de la camiseta culé.
La gran incógnita es si podrá convivir el ego y la habilidad del ex Santos con Lionel Messi, teniendo en cuenta las experiencias pasadas (Eto’o – Ibrahimovic – Villa, con un pie afuera). Aunque Neymar fue bastante claro al respecto: “Messi es el mejor del mundo y yo vengo a ayudarle”. ¿Cómo resultará esta unión?. ¿El brasileño vendrá con títulos bajo el brazo?
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