La estremecedora revelación de Mo Farah: el campeón olímpico fue esclavo en Reino Unido

La leyenda del atletismo sorprendió al mundo con su verdadera historia de vida en un documental de la BBC. "Mo Farah no es mi verdadero nombre".

“La gente me conoce como Mo Farah, pero ese no es mi nombre, no es real”. Con estas fuertes palabras se presenta el atleta más importante de la historia del Reino Unido en un fuerte documental donde revela su verdadera historia. En la producción de la BBC, la leyenda del atletismo revela que llegó al Reino Unido como víctima de tráfico de personas y fue esclavo durante su niñez.

El verdadero nombre de Mo Farah es Hussein Abdi Kahin. Nacido en 1983 en Somalilandia, un Estado no reconocido internacionalmente del Norte de África. Hasta hoy, se creía que el pequeño Mo llegó a Inglaterra a los 9 años como refugiado de la guerra para vivir con su padre que trabajaba en Londres. Sin embargo, en el documental revela que, en realidad, su padre murió cuando él tenía 4 años, producto de una bala perdida en medio de la violencia por la lucha separatista de la región.

Cuando Hussein tenía 9 años, una mujer que nunca había visto lo separó de su familia con la promesa de llevarlo a vivir con unos parientes en Europa. Al comienzo del viaje, el joven se encontraba emocionado por la aventura que esperaba vivir. “Nunca antes había estado en un avión”, contó Mo a la BBC. Fue entonces que fue llevado a Yibuti, desde donde partió el avión que lo llevó al Reino Unido.

LA FALSIFICACIÓN DE IDENTIDAD Y EL COMIENZO DEL CALVARIO

Ya en viaje hacia Europa, Hussein recibe una extraña indicación por parte de la mujer que lo llevaba a una supuesta mejor vida. Esta persona le recomienda al joven que, si alguien pregunta, dijera que su nombre es Mohamed. Incluso, el atleta recuerda que aquella persona tenía documentos falsos con su foto junto al nombre Mohamed Farah.

Una vez llegados al Reino Unido, lo llevan al departamento de la mujer en Hounslow, un municipio al Oeste de Londres, donde le sacan los papeles con los datos de contacto de sus familiares. “Lo rompió y lo tiró a la basura justo frente a mí. En ese momento, supe que estaba en problemas”, le contó a la BBC. Desde entonces, fue obligado a cuidar a los niños de otra familia y a realizar las tareas del hogar “si quería tener la comida en la boca”. Además, recibía amenazas de que si quería volver a ver a su familia no debía contar nada de lo que estaba pasando. “A menudo me encerraba en el baño y lloraba”, declaró.

EL INGRESO TARDÍO A LA ESCUELA Y EL PROFESOR QUE LE SALVÓ LA VIDA

En sus primeros años en Londres, la familia que lo tenía raptado le prohibió ir a la escuela. Recién cuando tenía 12 años que fue matriculado en el séptimo año en el Feltham Community College, donde se le dijo al personal del colegio que era un refugiado de Somalia. Allí conoció al profesor de educación física, Alan Watkinson. “El único idioma que parecía entender era el de la educación física y el deporte”, le contó el profesor a la BBC.

Con el tiempo, ambos forjaron una relación cercana y Mo decidió contarle a su profesor toda su historia de vida, su verdadera identidad y que era obligado a trabajar en la casa de quienes lo separaron de su verdadera familia. Fue entonces que Watkinson hizo la denuncia a servicios sociales que lo dejó bajo el cuidado de otra familia somalí. “Sentí que me quitaron un gran peso de los hombros”, recuerda Farah.

LA CIUDADANÍA BRITÁNICA Y EL COMIENZO DE LA LEYENDA

Las cosas empezaron a mejorar en la vida del joven Mo con la nueva familia. “Aún extrañaba a mi verdadera familia, pero desde ese momento todo mejoró”, afirmó el atleta. En este nuevo contexto, a los 14 años lo invitaron a competir para las escuelas inglesas en una competencia de atletismo en Letonia. Sin embargo, Farah no tenía ningún documento de viaje, por lo que fue nuevamente su profesor, Alan Watkinson, quien intervino para ayudarlo a conseguir la ciudadanía británica con el nombre de Mo Farah en el año 2000.

Todo lo que vino después es historia conocida. Mo Farah ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016, cinco oros en campeonatos mundiales y otros en competencias europeas. Además, en 2017, recibió la distinción de Caballero del Imperio Británico por parte de la Reina Isabel II.

¿PUEDE PERDER LA CIUDADANÍA?

Además de la revelación de la historia de vida de Mo Farah y la concientización sobre las redes de tráfico de personas y esclavitud todavía existentes, el documental de la BBC que estrenará mañana plantea una polémica. El abogado Alan Briddock, que participa en el film, explica que la ciudadanía de Mo Farah fue técnicamente “obtenida por fraude o tergiversaciones”. Al obtener la ciudadanía a través de papeles falsificados y un nombre que no era el suyo, el gobierno británico podría retirársela.

De todas formas, Briddock afirma que las probabilidades de que eso suceda son bajas. “En su caso, usted mismo se vio obligado como un niño muy pequeño a cuidar a otros niños pequeños y a ser un sirviente doméstico. Y luego les dijo a las autoridades pertinentes: ‘Ese no es mi nombre’. Todo eso hace que disminuya el riesgo de que el Ministerio del Interior le quite la nacionalidad”, declara a Farah.

LA PROBLEMÁTICA GLOBAL DE LA TRATA DE PERSONAS

Aunque parezcan problemas de hace siglos, el tráfico de personas y la esclavitud siguen siendo problemas a nivel global que no encuentran solución. En este sentido, según el último informe de la agencia de la ONU contra la droga y el delito, en 2018 al menos 50.000 casos de víctimas de trata en 135 países.

En este contexto, nuestro país no es ajeno a una problemática que tiene en vilo a un gran número de organismos sociales y de derechos humanos. Según un informe del Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas, se recibieron 587 denuncias por trata de personas entre el 1 de enero y el 31 de mayo del 2022, acumulando más de 20.000 denuncias en la última década en el país. Por otro lado, en los primeros cinco meses del año fueron rescatadas 441 víctimas de trata de personas, de las cuales el 61% era por explotación laboral o servidumbre y el 35,6% sufría explotación sexual.

Ante cualquier caso de desaparición de persona o denuncia de trata en Argentina podés llamar a la Línea 145, habilitada las 24hs los 365 días del año. ¿Qué podés denunciar en la Línea 145? La desaparición de una persona sin tener que esperar esperar 48 horas para hacer la denuncia, no importa género, edad ni nacionalidad. También se pueden denunciar prostíbulos encubiertos y la reducción a servidumbre o trabajo forzado en talleres textiles, trabajo rural, fabril, casas particulares o en cualquier otro rubro. La línea es gratuita y tu denuncia puede ser anónima.