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El crack que busca renacer

Kaká volverá a lucir la camiseta del Milan. El club italiano, en el 2003, le vio condiciones y lo compró cuando el brasilero jugaba en San Pablo y tan solo tenía 21 años.

Por Franco Alba.- Con 75 partidos jugados y 30 goles convertidos jugando para el club paulista Sao Paulo, desde el 2001, Ricardo Izecson dos Santos Leite (así se llama realmente Kaká) recién empezaba su tercera década de edad con muchos clubes europeos siguiendo sus pasos. Dos años después de su debut, el Milan lo fichaba por 8 millones y medio de dólares. Allí, supo llegar a su mejor nivel y conquistar los torneos más importantes. Ganó la Supercopa de Europa apenas llegó y un año después, el club rojinegro se quedó con la Serie A y levantó la Supercopa italiana, mientras él se quedaba con el premio de “Futbolista del Año” en el torneo azurro.

Sin embargo, lo mejor llegaría en 2007. El club italiano se quedaba con la Champions League (Kaká goleador), la Supercopa Europea y el Mundial de Clubes (jugador más valioso) ganándole al Boca de Miguel Russo. Él, de manera individual, recibía algunos premios importantísimos como: Balón de Oro, Jugador Mundial de la FIFA, futbolista del año en la Serie A, mejor jugador del mundo según la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales y mejor constructor de juego para la IFFHS, entre otros.

Gracias a todos estos logros, el club con mayor poder adquisitivo del mundo, el Real Madrid iba a la carga por él. En el 2009, a mitad de año, Florentino Pérez desembolsaba 65 millones de euros para contar con los servicios del crack brasileño. En el conjunto merengue, supo conseguir la Copa del Rey del 2011 y, un año después, la Liga BBVA y la Supercopa de España.

A toda esta gran carrera hay que sumarle su paso por la selección de Brasil. En ella se destaca desde el 2002, donde integró el equipo campeón de ese año en Corea-Japón, aunque entró en juego solo 25 minutos. Además, ganó las Copas de Confederaciones en los años 2005 y 2009 y jugó los mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 (máximo asistidor).

Luego de no alcanzar las metas trazadas en España, Kaká apuesta a renacer, a reinvetarse en el club donde más se destacó y más logros a nivel personal pudo conseguir. La camiseta número 22 lo espera, esa casaca y ese número con el que supo brillar en las canchas de todo el mundo. Con esta vuelta, el club rossonero querrá recuperar, al menos un poco, de lo que fue en aquel mágico año 2007. Nuevamente, ¡Benvenuto, Kaká!