La edad no parece ser un impedimento para que Omar Narváez se aleje definitivamente de su pasión más grande: el boxeo. A los 42 años, el chubutense se ajustará los guantes otra vez de manera profesional con el objetivo de conseguir su tercera corona. Esta vez en la categoría gallo. El Huracán tuvo una carrera exitosa en la que fue múltiple campeón mosca y supermosca de la OMB, pero no se conforma. Todavía quiere seguir haciendo historia y tendrá la oportunidad el 14 de octubre en el estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires.
De todas formas, no será una parada fácil para Narváez. Su oponente será un púgil ruso, muy fuerte físicamente y que a sus 27 años, todavía no perdió. En su haber tiene un total de 18 combates: 17 victorias (ocho por nocaut) y un empate. Por su parte, el Huracán, con una carrera mucho más amplia, registra 46 peleas ganadas (24 KO); dos derrotas y la misma cantidad de empates.
¿Por qué se habla del inicio del camino hacia un nuevo título? porque el chubutense, en caso de vencer a Potapov, tendrá la chance de enfrentarse con actual campeón de la categoría gallo, el sudafricano Zolani Tete. Con el objetivo a largo plazo de ir por su nueva corona, el Huracán debe asegurarse de ganar en un combate que promete ser duro en el ring del estadio Obras Sanitarias.
Para muchas personas fue una sorpresa la decisión que tomó Narváez al volver a combatir de manera profesional. Aunque el mismo Huracán se encargó de transmitir en varios medios de la provincia de Chubut que no está atravesando su mejor momento económico. Desde su última derrota, el 30 de diciembre de 2014 ante el joven Naoya Inoue en Japón en dos rounds, se vio ese deterioro en su rendimiento al no poder entrenarse como debe hacerlo un deportista de alto rendimiento para estar en la elite del boxeo mundial.
Para sobrevivir, ya un poco lejos del deporte profesional, Narváez se dedicó a dar clínicas de boxeo para muchos chicos de su provincia. Pasando desde su Trelew natal, las playas de Puerto Madryn hasta la cordillera chubutense. Además, instaló un criadero de perros de razas para venderlos: Akitas Americanos, Pastores de Caucasso, Bulldog ingleses y Pitbulls. También se mantuvo con los ingresos de su propio gimnasio, con el sueño de abrir otros en diferentes puntos de Chubut, como por ejemplo en Trevelin, un pueblo de 9500 habitantes.
Sin embargo, luego de haber caído frente a Inoue, el Huracán volvió a pelear el 10 de octubre de 2015 y derrotó al dominicano Diego Pichardo en la categoría supergallo. Y la última vez que se subió al cuadrilátero fue un 19 de febrero de 2016 cuando le ganó por nocaut en la octava vuelta a Jesús Vargas (Venezuela) en la ciudad de Puerto Madryn.
Casi un año y ocho meses después, y con el nacimiento reciente de su hijo Román, Omar Narváez volvió a tomar la decisión de competir con la mira fija en conseguir su tercer título profesional en tres categorías distintas. Aunque la pelea contra Potapov no será en Chubut, donde se siente más fuerte, sabe que estará cómodo en la Capital Federal. “La gente de Buenos Aires me quiere porque me gané su respeto”, expresó el pugil en una entrevista con TyC Sports. Además, resaltó que “va a ser una pelea muy digna de ver”.
Luego de varios golpes que le dio la vida en los últimos años, Narváez sabe que su felicidad está en la familia, los amigos cercanos y también arriba del ring. Con sus 42 años y una espalda y puños repletos de experiencia, el Huracán buscará soplar más fuerte que nunca y lograr otro sueño: volver a ser campeón.
Por Karim Chelbi Camba.
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