El 18 de junio arrancará la acción en el grupo G, que cuenta con dos seleccionados cuya clasificación al certamen fue lograda de manera invicta: Bélgica e Inglaterra (este último fue campeón mundial en 1966). Además, lo integran Panamá (disputará su primer mundial) y Túnez, que vuelve a jugarlo tras doce años.
La eliminación en cuartos de final ante Gales en la Eurocopa 2016 propició el arribo al director técnico español Roberto Martínez en Bélgica, que cuenta en su cuerpo técnico con Thierry Henry. En las eliminatorias consiguieron nueve victorias sobre diez partidos jugados siendo el primer seleccionado europeo – exceptuando a Rusia- en lograr clasificar al torneo internacional (segundo de forma consecutiva) alcanzando la cifra de 43 goles anotados y sólo 6 recibidos .
Sumergidos en una crisis de resultados positivos en torneos importantes, Inglaterra encaró un proyecto revolucionario en todas sus divisiones a nivel selección a pesar de la imbatibilidad en partidos clasificatorios que ostenta desde octubre de 2009 (39 en total). Tal fue el cambio que éste record se logró con tres entrenadores diferentes. Fabio Capello inició esta seguidilla tras la derrota ante Ucrania 1 a 0. Luego, Sam Allardyce tomó su lugar y tuvo que salir de forma forzada por un escándalo de corrupción en fichajes. De forma provisoria llegó Gareth Southgate a reemplazar a Sam. El inglés dirigía al seleccionado Sub-21 de su país, y tras buenos resultados consiguió la extensión del contrato hasta el 2020 en septiembre de 2016
Los cambios de técnicos parecen ser una constante en quienes integran el grupo, y Túnez no es la excepción. A pesar de ganar la Copa Africana de Naciones en 2017, Henrik Kasperczak fue despedido y su lugar lo ocupó su ex asistente Nabil Maaloul cuando obtuvieron el mismo torneo en 2004. Ubicados en la primera zona de las eliminatorias africanas, lograron el objetivo de clasificar a Rusia doce años después tras cuatro victorias y dos empates que le permitieron ser líderes con un punto de ventaja sobre República Democrática del Congo.
Sin embargo, Panamá construyó un proyecto más serio con Hernán Dario “Bolillo” Gómez desde febrero de 2014. La tercera ubicación en la Copa Centroamericana 2014 y la Copa de Oro 2015 sumado al subcampeonato en la edición de 2017 del mismo torneo lo llevaron a conseguir su primera clasificación a un mundial. No fue casualidad la contratación del colombiano que es el segundo entrenador de la historia en clasificar a tres seleccionados diferentes a citas mundialistas (Colombia en 1998, Ecuador en 2006 y Panamá en 2018). Sin embargo, la forma en la que accedió se vio empañada por un “gol fantasma” en el último partido del hexagonal disputado ante Costa Rica, que le permitió ganar 2 a 1 y ubicarse terceros con 13 puntos, mismos que Honduras, pero con mejor diferencia de gol.
Por juego el seleccionado más atrapante es el belga. Con talentos como Eden Hazard (Chelsea), Kevin de Bruyne (Manchester City) y Romelu Lukaku (Manchester United), entre otros, muestra un gran carácter ofensivo de juego asociado con muy buenos puntos goleadores mostrados en las eliminatorias. También la solvencia defensiva encabezada por su arquero Thibaut Courtois (Chelsea) es una de las claves que le darían la posibilidad de ser la primera generación de su país en conseguir una buena instancia en este certamen. Sin embargo, el poco recambio que dispone Martínez en la zona defensiva y la falta de un hombre de quite en el mediocampo puede jugarle una mala pasada a su sistema táctico 3-4-2-1.
Southgate tomó la decisión de prescindir del histórico Wayne Rooney, un periodo de cambios: un equipo joven y experimental con el esquema 3-4-2-1 ante selecciones de menor envergadura y un 5-3-2 ante potencias como Brasil y Alemania en los últimos amistosos internacionales. Aún resta saber cómo responderán sus dirigidos en estas instancias tras la eliminación en la última Eurocopa ante Islandia. Atrás quedó esa Inglaterra aburrida y poco efectiva, ahora se apoya en su goleador Harry Kane (Tottenham), su ladero Marcus Rashford (Manchester United) y Dele Alli (Tottenham). También en la experiencia que aporta en la defensa el central Gary Cahill (Chelsea). Por otra parte, habrá que esperar para saber cuán lejos podrá llegar con tanta juventud, aunque habrá que estar atentos con los talentos que vienen detrás de los que irán a Rusia 2018.
La rotura de ligamentos de la rodilla izquierda de Youssef Msakni le produciría un serio problema a las ambiciones de Túnez en Rusia. El delantero es considerado como “el Cristiano Ronaldo de Túnez” por el dorsal que utiliza (la número ‘7’) y por su “parecido” futbolístico. Al perderlo para la competición Maaloul deberá apostar al delantero Whabi Khazri (Stade Rennais de Francia) como carta ofensiva y a la subida de sus laterales, principalmente de Ali Maáloul, lateral izquierdo del Al Ahly de Egipto. La preferencia por el 4-2-3-1 para atacar por las bandas se diluye cuando enfrentan a un conjunto que ataca. Allí, cambian al 4-3-2-1 e ingresa el volante defensivo Ghailane Chaalali del Esperance de su país, equipo que dirigió el técnico de su selección y obtuvo la Liga de Campeones de la CAF en 2011. Aymen Abdennour (Sunderland inglés) es un baluarte defensivo de trayectoria europea (Werder Bremen, Mónaco y Valencia). Otro de los puntos altos sería el volante del Ausburg alemán, Rani Khedira – hermano de Sami, volante de la Juventus – si acepta jugar para los tunecinos este mundial.
Por último, la solvencia defensiva y el contragolpe son las armas que tiene la Panamá del Bolillo Gómez para mostrar en su primera incursión mundialista. El tradicional esquema de 4-4-2 que utilizan los caribeños es complementario a la calidad de jugadores que poseen. El volante Gabriel Gómez (Atlético Bucaramanga de Colombia) es quien organiza los ataques junto a Alberto Quintero (Universitario de Deportes de Perú) para que los delanteros Gabriel Torres (Huachipato de Chile) y Blas Pérez (Municipal de Guatemala) concreten las ocasiones. Es el seleccionado de mayor rango etario, por ello habrá que ver cómo responderán a la seguidilla de partidos. Sin embargo, mostrarán algunas promesas como los defensores Fidel Escobar y Michael Murillo (ambos en New York Red Bulls), de 23 y 22 años respectivamente. Armando Cooper (Universidad de Chile) es un viejo conocido del fútbol argentino que jugó en Godoy Cruz entre 2011 y 2013 también formará parte de esta experiencia mundialista.
Por Gastón Amestoy.
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