No es una sorpresa para el mundo del fútbol la posible salida de Wayne Rooney del Manchester United en el próximo mercado de pases de verano. La relación entre el delantero de los Red Devils y Alex Ferguson se vislumbraba tensa hacía ya varias temporadas. Pero si algo terminó de convencer a Rooney de la imperiosa necesidad de un cambio de aire, fue la llegada de David Moyes como nuevo entrenador. El mismo Moyes que lo hizo debutar en el Everton a sus 16 años y con quien tuvo problemas legales en el año 2006. Si bien la prensa británica asegura que el Real Madrid ofrecería alrededor de 40 millones de euros por el futbolista, el Manchester United no estaría dispuesto a dejarlo ir.
Los deseos del jugador de emigrar de Old Trafford a la brevedad son de público conocimiento. De hecho fue el mismísimo Ferguson quien lo confirmó este domingo luego de haber vencido al Swansea por 2-1, en lo que fue su último partido al mando del United. “Wayne Rooney ha pedido ser traspasado al final de esta temporada, pero no le dejaremos marchar”, expresó Sir Alex. Por otro lado, el delantero dejó entrever su decisión hace algunos días cuando modificó la biografía de su cuenta de Twitter oficial luego de que Moyes fue confirmado en su nuevo cargo: donde decía “Jugador del Manchester United” pasó a leerse “Atleta Nike del Reino Unido”.
El inicio de la historia entre David Moyes y Wayne Rooney data del 17 de agosto de 2002, fecha en que el entonces DT del Everton hizo debutar a un joven Rooney de tan solo 16 años en un encuentro ante el Tottenham que finalizó 2-2. Su primer gol llegó el 19 de octubre de ese mismo año en el triunfo frente al Arsenal por 2-1, cuando se convirtió en el jugador más joven en marcar un gol en la Premier League (record que años después fue superado primero por James Milner y después por James Vaughan). Todo parecía color de rosas entre ambos personajes, pero luego el mismo Rooney confirmaría mediante su autobiografía “Mi historia, hasta ahora”, publicada en 2006, que esto no era así. Una relación que comenzó de la mejor manera, fue desgastándose poco a poco hasta provocar la partida del futbolista en agosto de 2004 cuando rechazó la propuesta del Everton de renovarle el vínculo por cinco años más y fue comprado por el Manchester United al precio de 25,6 millones de libras. En su libro, Wayne Rooney no sólo revela las discusiones y conflictos que vivió con el entrenador, dedicándole varios capítulos llenos de anécdotas al tema, si no que además responsabiliza a Moyes de su transferencia obligada al United por hacer pública una supuesta salida del jugador con prostitutas.
Los capítulos 11 y 14, que se titulan “Problemas con Moyes” y “No quiero jugar para ti nunca más” explican algunas de las discusiones que llevaron al delantero a convencerse de la supuesta aversión que el técnico sentía por él. Uno de los ejemplos fue un amistoso en Glasgow en el que los “Blues” visitaron a los Rangers y Rooney se lesionó en el primer tiempo, debiendo ser trasladado de urgencia a Liverpool en el Mercedes Benz de Moyes. “En el camino a casa, puse un CD de Barry White. Más tarde en la semana, Moyesy me acusó de descomponer su reproductor de CD, diciendo que ya no estaba funcionando y debía haber sido mi culpa, tratando de culpar a mis discos. Pensé que estaba bromeando”, relataba el Niño Malo de los Diablos Rojos. En otra oportunidad, Moyes lo culpó de una derrota gritándole que había estado “comiendo mucho en Mc Donald’s” y que debido a eso estaría obligado a realizar entrenamiento extra. Pese a todo esto, Rooney expresa en su autobiografía que el detonante específico del odio del actual DT del United hacia él fue su fiesta de cumpleaños número 18, “Decidí invitar a todos los miembros del Everton, no sólo a los jugadores, sino también al staff en el campo de entrenamiento, con quienes pasaba tanto tiempo desde que tenía 9 años. La única gente del club a la que no invité fue a David Moyes y Alan Irvine, su asistente, porque tradicionalmente el entrenador no va a las fiestas de los jugadores. Creo que ambos se molestaron y probablemente eso ayudó a crear los problemas que vinieron después”. Tal vez estas anécdotas parezcan cuentos infantiles y, aunque graciosos, sin importancia. Pero lo cierto es que los detalles de la relación escritos en su biografía, le ocasionaron a Rooney una demanda por parte de Moyes, que alegó “daños a su reputación profesional y personal, ocasionándole vergüenza y angustia”. La cuestión afortunadamente no pasó a mayores y culminó con el pago de alrededor de 500 mil libras al entrenador y Rooney retractándose.
Ante la preocupación de los hinchas por la inminente partida de la estrella del club, el flamante DT del United aseguró que tratará de convencer al jugador de permanecer en las filas del conjunto de Manchester. Pero es sabido que ante una negativa por parte de éste, el candidato a reemplazarlo sería Karim Benzema, actual delantero del Real Madrid. Los dirigentes del club, por su parte, no tienen intención alguna de vender a Wayne Rooney. ¿Cuál será el desenlace de esta novela?
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