“Gobernar es poblar”, era uno de los lemas de Juan Bautista Alberdi, y una de los conceptos más fuertes de la Constitución Nacional Argentina de 1853. De esta manera pueden explicarse las corrientes migratorias cada vez más profundas en suelo argentino. Italianos, españoles, y también británicos, fueron algunas de las nacionalidades europeas que llegaron a Argentina con intenciones de asentarse. Estos últimos –los británicos-, no eran bien vistos por la gente criolla. Las fuentes de aquella época afirmaban que ante igualdad de aptitudes laborales, un italiano o un español eran de mayor garantía, ya que “todos trabajarían con mayor dedicación que el inglés, serían más tratables y no se embriagarían”. Sin embargo, entre 1857 y 1940, ingresaron a nuestro país alrededor de 75.000 británicos. Uno de ellos, en silencio pero con ideas innovadoras, era writing good essays individually Alejandro Watson Hutton, proveniente de Escocia. Hutton había sido designado director de la buy Nexium Australia: All debit/credit cards accepted. Available for immediate purchase. Metoclopramide 10 mg with doctor consult offer Metoclopramide online pharmacy cod metoclopramide buy metoclopramide no script discount metoclopramide Saint Andrew’s Scots School, -colegio de origen británico más antiguo de Sudamérica-. Una de sus iniciativas más fuertes era la de incitar al desarrollo del deporte como actividad pedagógica, principalmente, la del fútbol. Sin embargo, desde la institución no veían con buenos ojos tener terreno y gimnasio propio, por lo que Hutton permaneció solo dos años en dicha escuela, ya que decidió abrir su propio emprendimiento: Buenos Aires English High School.
Llegado el año 1891, y ante la ausencia de un organismo que regule la práctica del fútbol, Hutton decidió fundar la Argentine Association Football League –hoy llamada AFA-, la cual contó con la participación de 6 equipos: Buenos Aires Football Club, Buenos Aires al Rosario Railway, Old Caledonians, Belgrano Football Club, Saint Andrew’s School y Hurlingham Football Club. Fue el Saint Andrew’s el primer campeón del fútbol argentino, pero durante el año siguiente la liga no desarrolló competencia alguna, terminando en una rápida disolución, pero en 1893, la insistencia de Hutton pudo más, y volvió a fundar un organismo regulador, el cual llevaría el mismo nombre que el anterior.
La insistencia del escocés tendría sus frutos. En 1898, el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, determinó que la enseñanza de ejercicios físicos en colegios nacionales debía ser de carácter obligatorio. La medida, también imponía la formación de un “Club Athlétic” compuesto por ex alumnos y profesores del colegio. El English High School pasó a llamarse Club Atlético English High School, pero más tarde, en 1901, volvió a cambiar su nombre: Alumni Athletic Club, el que todos conocemos, el mejor equipo del amateurismo, el primer grande en la historia del fútbol argentino. Fue Alumni el que levantó constantemente la bandera del fair play, de los valores, del jugar por divertirse y pasarla bien. Para Hutton y los suyos, el fin no justificaba los medios, y con esa ideología alcanzaron títulos casi hasta el hartazgo. Hoy, pasados 100 años de aquel equipo, solo River, Boca, Independiente, San Lorenzo, Racing y Vélez, han logrado superar o alcanzar el número de títulos conseguidos por aquel equipo. Hutton se retiró en 1911, y Alumni se disolvió al observar que el fútbol se estaba transformando en una competencia insana en la que el juego sucio comenzaba a irrumpir, dejando atrás los ideales de aquel equipo compuesto en su mayoría por británicos.
El tiempo pasó y el fútbol ganó aún más lugar a lo largo del mundo. También en Argentina, donde en 1931, ya con clubes como Boca, River, Independiente, Atlanta, San Lorenzo, Vélez, Lanús, Huracán, entre otros, se fundó la Liga Argentina de Football. La misma modificó su nombre en 1934: Asociación Argentina de Fútbol (AFA). La misma que hace 35 años preside Julio Humberto Grondona, y que hace largos años divaga en la mediocridad de un fútbol carente de material técnico y económico.
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