Esta historia arranca en 1920 cuando se disputaba el certamen en tierra chilena, el local y los charrúas se enfrentaban en el último partido del torneo. El detalle radica en que había tan solo cuatro árbitros, Carlos Fanta y Rafael Jiménez de Chile, João De María brasileño y Martin Aphesteguy uruguayo. Quien terminó dirigiendo ese encuentro fue Fanta, podríamos decir que La Roja jugó con 12, pero pese a esto quién se impuso fue la Celeste por 2-1.
Dos años más tarde las decisiones de los hombres de negro no serian tan favorables. Tras perder por 1-0 contra Paraguay y un mal arbitraje de Pedro Santos, el equipo uruguayo decidió retirarse del certamen por cómo se habían dado las cosas durante los 90 minutos.
Volviendo en el tiempo y trasladándonos a 1919, ante Brasil se disputó un partido de 150 minutos, ya que hubo dos tiempos extras de 15´cada uno, algo poco habitual. Lo común hubiese sido ir a la definición por el tiro del punto penal, pero esto no ocurrió y en el final llegó el gol de Arthur Friedenreich, para que la Verde-amarela se consagrara.
En la última edición del certamen, Edinson Cavani fue expulsado por una reacción ante Gonzalo Jara quien introdujo un dedo en una parte intima del delantero. Los dirigidos por Óscar Washington Tabárez perdieron a su máxima figura en ataque y quedaron eliminados en 4tos de final.
Por todo esto y más podemos decir que el cuadro oriental no ha sido el más beneficiado, pero siempre supo imponerse ante las adversidades y sacó su “Garra Charrúa”. Para hoy tener 15 copas en sus vitrinas.
Otros datos que también llaman la atención:
Ni Diego Maradona ni Pelé pudieron consagrarse en esta competencia. Pero en cambio tres generaciones distintas uruguayas pudieron levantar el trofeo. Estamos hablando de la familia Forlan. Diego lo hizo en 2011 (Argentina), Pablo en 1967 (Uruguay) y su abuelo, Juan Carlos Corazzo, quién no lleva el apellido pero si el linaje ganador, la obtuvo como técnico en 1959 (Ecuador) y en la que el padre del ex Independiente estuvo como jugador.
¿Te lo imaginas al Maestro entrando? Alfredo Foglino fue entrenador y además era defensor, tenía tan solo 23 años, sin dudas algo poco normal en aquel momento. En 1925 la competencia contó con tan solo tres selecciones de las cinco que participaban, Uruguay se bajó por los conflictos políticos que sufrió en aquel entonces.
El primer goleador de la Copa América fue Isabelino Gradín que además de jugar a la pelota, fue atleta olímpico y ganó 5 medallas en pruebas sudamericanas en 400 metros. Lo raro es que en Uruguay lo han reconocido más por lo último que por ser además del máximo anotador, campeón de América.
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