Un viaje interminable por el Océano Atlántico. Los aviones todavía no se habían desarrollado por completo y no podían cruzar el charco. Corría 1925 y el Club Atlético Boca Juniors inició su Gira por Europa. Veintidós días sobre un barco para llegar a destino. La expectativa generada por semejante travesía convirtió a Boca en el equipo más popular del país. Sobre el mar había Jugadores, dirigentes, entrenadores y… un hincha: Victoriano Caffarena .
Con unos juveniles 22 años, Caffarena portó una acreditación del diario El Telégrafó y se inmiscuyó en el barco. No fue un simple turista. “Toto”, como le decían, no sólo se pagó su viaje sino que también financió parte de la gira y se convirtió en un ayudante del plantel. Masajista, utilero y delegado. Un hombre al servicio del club, el espíritu del hincha en su estado más puro. “Es nuestro jugador número Doce”, decían el arquero Américo Tesorieri y el goleador Antonio Cerrotti en plena travesía. Había sido bautizado.
La historia de Boca no sólo está ligada a Caffarena por su desinteresado ofrecimiento en la Gira Europea del 25. Luego de haberse ganado un lugar en la consideración de los dirigentes, recomendó al compositor del himno xeneize: Ítalo Goyeche (No, no es Goyeneche), reconocido autor y cantante de tangos, fue el encargado de escribir la música. Mientras que Aug 18, 2015 – buy Combivent no prior script buy Combivent write my essay order Combivent over the counter cod delivery buy Combivent without a prescription overnightВ Jesús Fernández Blanco recitó sus versos. Una vez realizada la armonía, la primera versión de la canción se escuchó en la casa de “Toto”. Una relación auténtica entre hincha e institución.
La reciprocidad entre este hincha y Boca en las primeras épocas de vida del club impulsaron a Alberto J. Armando a hacerle un reconocimiento. En la década del ’60, el mítico presidente lo condecoró con el mote del “Auténtico y originario Jugador número 12”. El apodo se había oficializado.
Sin embargo, ya en la década is generic cialis real – pharmacy to buy Accutane in canadian. ’30, el diario Crítica hizo extensivo el sobrenombre a toda la hinchada xeneize. Hoy, a más de ochenta años de aquel “Jugador número 12”, una banda que está detrás de ese nombre modificó el orden. Según las nuevas “normas” llevadas adelante por este grupo de personas, el club tiene que estar a servicio de ellos. Hoy el “El jugador número 12” es una marca registrada. Los que ahora se festejan así mismo en una fecha que no tiene relación con la historia de Boca, son los mismos que cuelgan banderas con nombres de empresas en su paraavalancha.
Es preciso marcar que “La Doce” es más que un simple número. Desde sus inicios, el “Jugador número Doce” es una identificación plena de los sentimientos de una persona con su equipo. Existió relación Caffarena y los inicios del club. Si bien esta conmemoración no tiene una relación histórica y es una mera coincidencia en el calendario, existe una identificación con ese jugador. La fiesta y al apoyo es de sus hinchas. El verdadero amor es ese. No a aquellos que venden su espacio publicitaro en la popular al mejor postor.
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