A los gigantes del deporte no se los subestima. La personalidad de los campeones jamás se pone en duda. Nunca se le tiene que faltar el respeto al mejor jugador latinoamericano de todos los tiempos. Manu Ginóbili consiguió su mejor actuación en la temporada en el quinto juego de una serie 2-2 en las Finales de la NBA. Así de grande es el zurdo de Bahía Blanca, quien anotó 24 puntos y repartió 10 asistencias en el triunfo de San Antonio Spurs sobre Miami Heat por 114-104 en el AT&T Center de Texas.
En toda la serie el rendimiento del 20 de San Antonio distó de ser el ideal. Después de un mal cuarto partido, llovieron críticas con bastante cizaña sobre Emanuel, incluso sugiriendo que le había llegado la hora de colgar las zapatillas. El mismo Manu explicó que se sentía “frágil mentalmente” y falto de confianza para tomar algunas decisiones. Gregg Popovich le respondió con un espaldarazo de confianza colocándolo de titular por primera vez en la temporada, en lugar del brasileño Tiago Splitter.
Desde que encestó el primer triple que intentó, la fe en sí mismo subió de manera exponencial. Encontró buenas líneas de pase hacia Tim Duncan en la pintura, aprovechando la merma en la intensidad defensiva de Miami. Las rotaciones rara vez llegaron a tiempo, y en 2 o 3 pases San Antonio lograba poner un hombre abierto para lanzar. El resultado de esa ecuación fue el 32-19 al final del primer cuarto a favor del local.
Para la segunda parte de la primera mitad la cuestión no cambió, y los Spurs continuaron a un nivel altísimo de efectividad. Sacó la máxima hasta el momento el anfitrión con un 42-26 a mediados de ese parcial, después recortado por Ray Allen y un par de pérdidas de San Antonio. El máximo triplero de la historia jugó su mejor partido en los playoffs con 21 puntos (7-10 de campo, perfecto en 4 intentos desde 7,25 metros). Tony Parker (goleador con 26 tantos y 5 asistencias) cerró el segundo cuarto (61-52) con una rápida bandeja sobre Norris Cole. 61,8 % de cancha promediaron los de Popovich en la primera mitad, contra un 42,2 % del Heat.
En el comienzo de la segunda parte Danny Green (24 puntos, 6-10 de triple) rompió el récord de triples en una serie final que poseía Allen, jugando para Boston Celtics ante Los Angeles Lakers en 2008. Los 25 tiros anotados desde detrás de la medialuna son una nueva marca, superando los 22 del 34 de Miami. La distancia se recortó a sólo un punto con el empuje de Dwyane Wade (25 puntos y 10 asistencias) y LeBron James (también 25, 8 asistencias y 6 rebotes). Pero allí apareció Ginóbili en toda su expresión. Después de un triple de Green que inició la racha de 12-1, Manu convirtió 5 tantos al hilo, asistió a Splitter,y cerró el parcial con una flotada de mano derecha sobre Cole.
“Manu, Manu!”.Llovía el aliento desde los cuatro costados para el ídolo tejano. El argentino abrió de manera óptima el cuarto definitivo encarando hasta a James, en una muestra de la confianza conseguida. La máxima llegó a ser de 20 (96-76), pero algunas desconcentraciones y 3 triples de Allen dejaron el encuentro 109-101 con un par de minutos todavía por jugar. Allí Parker respondió con una bandeja, y Green liquidó el encuentro, cuando no con un bombazo desde 7,25.
A pesar de haber perdido 18 pelotas, algo imperdonable ante Miami, San Antonio se pudo llevar el partido por el sensacional 60 % de cancha. Todos los titulares estuvieron arriba de los 16 puntos anotados, contrastado por los 7 puntos aportados desde el banco, una rareza en un equipo que rota tanto su quinteto durante los encuentros.
En la última vez que los Spurs verán cancha en San Antonio en la temporada, los de Popovich estuvieron implacables en ambos costados de la cancha. Del otro lado hay un león herido que siempre se ha recuperado con victorias rotundas al siguiente encuentro de sufrir una derrota. El martes desde las 22 horas de nuestro país, el equipo de Manu intentará buscar su quinto anillo en igual cantidad de presentaciones en las Finales. Quien te dice que el “viejito” que se tenía que retirar se pone un anillo más en las manos.
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