Un Juan Mónaco que decepcionó en tercera ronda y cayó ante De Schepper, lo dejó solo. Pero él no tuvo problemas. Por algo es la primera raqueta argentina en el mundo. Juan Martín Del Potro hace historia en Wimbledon. Está en cuartos de final y, sí, va por más.
Mañana jugará uno de los partidos más importantes del año. Será ante un viejo conocido, David Ferrer. Ese que lo eliminó el año pasado en octavos y lo vence en el historial por 6-2 (y 2-0 en césped).
El año del español es de los mejores de su carrera. Pero, paralelamente, la chance del tandilense es enorme. ¿Por qué? Por condiciones propias, por presente y por el pasado reciente.
Juan Martín tenía un cuadro accesible y demostró que lo fue. Se metió entre los mejores ocho sin ceder un set. Su victoria ante Seppi del lunes fue trabajada pero indiscutible. Encontró un buen nivel en la primera semana y tiene armas como para resolver situaciones desfavorables.
Y en el recuerdo popular y propio está la hazaña de los Juegos Olímpicos. Aquella medalla de bronce es el modelo a imitar por “Delpo”. Mañana deberá tomar la iniciativa como lo hizo en Londres esa vez.
Ferrer no tuvo la semana arrolladora del argentino. Perdió sets en todos sus partidos (cinco en total) y pudo caer ante Dolgopolov, de no ser por ese plus que tiene siempre. Nunca se rinde. Aisla cada punto de una manera envidiable, algo que te hace distinto en el tenis. Te da mucha ventaja. Contra este animal jugará Del Potro mañana. A no dejarle oportunidades.
El ganador de este partido jugará contra el vencedor entre Djokovic y Berdych, el otro gran cotejo de los cuartos de final. “Nole” no quiere problemas pero el checo muy posiblemente se los dé. Lindo para ver.
Del otro lado, el desnivel. Murray tuvo un cuadro muy fácil pero no se fía de Verdasco, quien aprovechó los huecos en el cuadro para avanzar sin grandes partidos. El duelo polaco entre Kubot y Janowicz completa la lista. Jerzy es el favorito. De todas formas, habrá un semifinalista sorpresa y será uno de ellos dos.
De un lado la lógica y los partidazos; del otro, lo inesperado y la atracción por la novedad. Como sea, habrá acción en Wimbledon y eso es digno de ver. Comienza a terminar el mayor evento tenístico del año. A prenderse. Y vos, Delpo: a demostrar.
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