De cara a la Copa América Centenario, en la que Les Granadiers (Los Granaderos), apodo con el que se conoce al seleccionado haitiano, tendrán su primera participación, y a la que accedieron luego de ganarle el partido repechaje por la clasificación, 1 a 0 a Trinidad y Tobago, Haití se presenta con varias curiosidades que lo convierten en una de las atracciones del certamen. 14 de los 23 jugadores citados provienen del futbol francés y el de Estados Unidos, mientras que 9 de sus 23 convocados participan en categorías de ascenso de sus respectivas ligas. Un caso cercano es el de Judelin Aveska, una de las figuras de su selección, que realizó inferiores en River Plate, y que luego de pasar por Independiente Rivadavia de Mendoza y Gimnasia de Jujuy, se desempeña en el Club Atlético Uruguay, del Torneo Federal B, cuarta categoría del fútbol argentino.
Hace algún tiempo, Haití supo escribir páginas importantes en la historia del futbol centroamericano. Tuvo su época dorada durante la década del ’70, cuando en 1973 se consagró campeón del torneo Concacaf, luego de haber sido subcampeón en 1971, y de esa forma logró la clasificación para el Mundial de Alemania 1974. Los Granaderos fueron el segundo seleccionado caribeño en acceder a un mundial, por detrás de Cuba, que había sido pionero al participar en Francia 1938. Más tarde, en 1977, Haití cerraría sus mejores años futbolísticos, repitiendo el subcampeonato obtenido seis años antes.
Asimismo, es verdad que son seis, los años que pasaron desde aquel terremoto del 12 de enero de 2010, de 7.2 grados en la escala de Richter que, con un saldo de 316.000 fallecidos, y más de 1.500.000 damnificados, cambió por completo la vida y la historia de Haití. Es cierto, también, que el país logró recuperarse lentamente, y que hoy día, se encuentra en una situación bastante diferente, habiendo superado con creces la etapa de recuperación humanitaria, y logrando, incluso, importantes avances socioeconómicos. Se estima que cerca del 96% de las personas desplazadas pudieron regresar a sus hogares, mientras que unos 60 mil haitianos, aun hoy, se encuentran en campamentos. Según resaltaban los medios durante aquellos momentos, los principales refugios para los evacuados fueron los estadios de futbol. Y justamente, el fútbol, como el deporte en general, puede convertirse en una herramienta de transformación e inclusión, cuando se lo utiliza como tal.
Y eso, en cierta forma, realizó Haití. Durante los meses posteriores a la catástrofe, y cuando faltaba poco para el comienzo del Mundial Sudáfrica 2010, la FIFA tomó la determinación de donar el 2% de las recaudaciones de todos los amistosos que se jugarían entre el 1 de Marzo y el 11 de Junio de ese año, y en el caso de que alguna federación deseara hacer un aporte mayor, podía contribuir con otro 2% adicional. Además, entre muchos proyectos empleados para fomentar la democracia y la conciencia social, se apostó a la práctica del fútbol en la Isla, con el objetivo de crear sentido de equipo y colaboración entre los jóvenes.
El 5 de mayo de 2010, apenas cuatro meses después del terremoto, la Selección Argentina, conducida en ese entonces por Diego Armando Maradona, jugó un partido amistoso y a beneficio frente al seleccionado de Haití, en Cutral-Có, Neuquén. Argentina, que presentó un equipo conformado íntegramente por jugadores del medio local, contó, por ejemplo, con el último partido de Ariel Ortega con la camiseta de su selección. El resultado, 4- 0 en favor de la albiceleste, fue meramente anecdótico para Los Granaderos, El fútbol fue, de alguna manera, el encargado de intentar llevar un poco de distracción y naturalidad a la vida de un pueblo completamente golpeado por el desastre.
Actualmente, Haití se encuentra en el puesto 84° del Ranking FIFA, una recuperación más que considerable, teniendo en cuenta el parate que le significó el desastre natural ocurrido en la Isla, en la que recién pudo volver a disputar un partido en condición de local, en septiembre de 2012
Teniendo en cuenta el aspecto futbolístico y el insoslayable factor extra deportivo, el conjunto caribeño es, sin dudas, el equipo más modesto del torneo. Las casas de apuestas pagan 500 a 1, por la hipotética posibilidad de que Los Granaderos lleguen a la final de la Copa, y la prensa ya establece comparaciones con el Leicester inglés.
Haití, que en su camiseta utilizará la inscripción “L’Union fait la force” (La unión hace la fuerza), arribó a Estados Unidos con sueños en el equipaje, y la ilusión como estandarte. En la isla del caribe, se esperanzan con dar la sorpresa. Haití quiere, y espera, resurgir.
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