La elegancia volvió a hacerse cargo del mediocampo de Boca. Gago le dio al equipo un salto de calidad, tenencia de balón y logró hacer crecer los rendimientos individuales de jugadores como Sánchez Miño y Juan Manuel Martínez. Como de costumbre, se hizo eje del mediocampo y desde sus pases surgieron los tantos de Ribair y Blandi.
Esta tarde, Boca mostró una intensidad terrible desde el primer minuto, concentración en todas las líneas, y la presión constante que tanto pedía Carlos Bianchi. La apuesta de Ribair como central y la presencia sorpresiva de Erbes en el lateral por la lesión de Marín, salieron bien. Salvo en el empate de Rescaldani, donde el delantero se filtró por una brecha entre los dos jugadores de Boca, no tuvieron problemas para desenvolverse en puestos que no son habituales en ellos.
Más allá del resultado, que lo deja a dos puntos del líder Newell´s, el compromiso y el nivel colectivo da para ilusionarse. Hoy Boca fue un equipo, y gracias a eso aparecieron las individualidades. Ribair ganó todos los mano a mano en defensa, Sánchez Miño volvió a tener el protagonismo de antes, el burrito Martínez fue tan desequilibrante como en su paso por Vélez, y Blandi volvió a convertir luego de una semana donde siempre se puso en duda su continuidad en el equipo titular.
La presión en el mediocampo fue la ideal, hizo sentir incómodo a Vélez durante todo el partido y hasta hizo que Federico Insúa se muestre generalmente impreciso en los pases. La línea defensiva se paró más adelante, Gago y Ledesma aseguraron la tenencia de la pelota en la mitad, y el pibe Acosta cumplió con creces sobre la tan golpeada banda derecha de Boca. Así, salvo en el gol, no sufrió los ataques de Vélez como si lo venía haciendo con sus rivales en anteriores partidos.
Boca volvió a hacer pie en el torneo y quedó a dos de Newell´s. Pese a jugar sin Riquelme, y con otro dibujo táctico, jugó su mejor partido del torneo con rendimientos muy parejos. Generó varias oportunidades, y sobre el final del partido sufrió la falta de contundencia, pero ganó y eso da confianza como para poder ilusionarse con un futuro distinto. Hoy volvió Gago, falta Román y habrá que ir de galera y bastón a la cancha…
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