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Bilardo: “Les mostraba videos a los periodistas para que entiendan”

El técnico campeón de México 1986 se metió, a fuerza de obsesión y rigurosidad, en los libros del fútbol mundial. Mano a mano con el entrenador que infla el pecho cuando cuenta que demostró tener razón ante las críticas de la prensa.

19 directores técnicos forman la lista de campeones del mundo. Uno de ellos es Carlos Salvador Bilardo, entrenador de la Argentina que conquistó México en 1986 con el mejor Diego Maradona que cualquier DT podría imaginar en instancias cruciales. El doctor fue la cabeza de un plantel que llegaba bajo la enorme lupa de la prensa por los flojos resultados previos al Mundial. “No me entendían”, repite varias veces en la charla antes de explicar que juntaba a periodistas para mostrarles videos, evidencia clara de su convencimiento por la idea que plasmó en tierras aztecas.

Rock And Ball: ¿Todavía siente emoción y expectativas cuando se acerca un Mundial?

Bilardo: Si, claro. El Mundial es lo máximo. Me encanta como se reúnen todos los equipos del mundo. Es la posibilidad de ver países que no sabés como juegan porque acá pasan un partido por año. Nosotros miramos el fútbol español, el italiano y chau. El Mundial es la chance de ver todos los continentes.

Rock And Ball: ¿A qué jugador cree que le sacó lo mejor durante la Selección? Sin contar a Maradona…

Bilardo: Fueron varios, la gente no los tiene ni de nombre. Uno de los casos es el “Tata” Brown como libero que arreglaba toda la defensa. Nosotros jugábamos con libero y stopper y él sabía eso, de la época de Estudiantes, y yo sabía que ahí podía rendir. El Checho Batista fue otro, ellos marcaron un momento y al principio no los querían.

RNB: En el caso de Brown, llegó muy cuestionado al Mundial del 86, ¿Cómo se trabaja con un jugador que es cuestionado constantemente?

Bilardo: Hay que hablarle mucho, eh. Yo tenía varios muchachos que eran atacados, la gente y los medios se quejaban mucho de Brown, Garré, Clausen, y algunos más. Pero poco a poco tuvieron grandes partidos, cumplieron y llegaron en un buen nivel.

RNB: Siempre grabó partidos y entrenamientos, ¿Qué le pasa cuando ve que ahora hay dos o tres personas por cuerpo técnico haciendo todo el trabajo que hacía usted filmando y mirando?

Bilardo:  Me deja tranquilo porque quiere decir que el video estaba bien. Yo grababa los partidos pero los grababa en persona, eh. Llevaba las cámaras, la filmadora, las luces, llevaba todo. Me ponía en alguna parte de la cancha de River, Racing o Independiente. En Ezeiza no porque ahí ya tenía todo montado. Había hecho un lugar para estar más alto y grabar mejor. Después en los partidos de cada jugador, yo pedía permiso para filmar a los clubes y me dejaban llevar todo.

El 29 de junio de 1986 Argentina levantó la Copa del Mundo por segunda vez en su historia. José “Tata” Brown, Jorge Valdano y Jorge Burruchaga gritaron para la albiceleste. Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler sumaron para Alemania, ambos de pelota parada. Dos puñaladas para el orgullo de Carlos Bilardo y su obsesión por el trabajo táctico. “¡Nos hicieron dos goles de pelota parada!”, lanzó como queja en pleno festejo del plantel, según contaron algunos de sus dirigidos. Incluso, el mismo DT cuenta que desesperó en el segundo gol de Maradona a Inglaterra porque vio que los jugadores podían quedar mal parados en la cancha por los festejos. Bilardo confesó años después que practicaban los festejos para mantener el orden.

RNB: ¿Alguna vez se sintió ya realizado después de ganar el Mundial?

Bilardo: Uno se siente bien porque era mucha la contra. Por “la contra” te quiero decir el periodismo, que no entendía lo que queríamos hacer. Nosotros jugábamos sin laterales y ellos se quejaban porque Guisti y Olarticoechea jugaban de lateral-mediocampista. No entendían, no entendían los que les decía a varios de la prensa. Yo les mostraba videos que hacíamos de nuestras practicas y la gente nos seguía cuestionando pero esos dos (Guisti y Olarticoechea) me venían al pelo para lo que quería hacer en México. Acá casi nadie jugaba sin libero, por ejemplo.

RNB: ¿Cree que su autoexigencia no le permitió disfrutar el título del 86 y el buen Mundial del 90?

Bilardo: No sé, no sé. Fueron dos campeonatos seguidos contra todos los equipos del mundo, eh. No fue que nos faltó jugar con alguno, en dos Mundiales jugamos contra un montón. Salimos campeones de uno y subcampeones de otro, por suerte los jugadores respondieron.

RNB: ¿Usted disfrutaba? Sus jugadores lo muestran como un técnico muy crítico, incluso momentos después de salir campeón…

Bilardo: Lo importante es que la gente sí lo disfrutó. La gente lo reconoce. La gente, eh, ojo. Salían en caravana por la calle para ver jugar a la Selección, habían hecho excursiones por el centro y el bajo, cuando ganábamos cada vez se sumaba más gente.

RNB: ¿Le parece más importante que un jugador llegue con ritmo de fútbol o con un descanso prudente al Mundial?

Bilardo: Yo iba a Europa y les pedía que jueguen menos a los técnicos. Los clubes jugaban por el campeonato así que no los sacaban por nada y más cuando estaban por ganar el campeonato como pasaba con Napoli o Real Madrid, por ejemplo. Pasaba por los entrenamientos y hablaba con los técnicos para que entrenen despacio así nos servía a los dos, ellos ya me conocían así que me daban bolilla. A veces los jugadores no llegaban si entrenaban a full. Yo no hablaba por teléfono, iba a Francia o España y hablaba allá con ellos.

RNB: ¿Le parece bien entonces que Sampaoli vaya a Europa a ver los partidos? Es algo que se le critica bastante…

Bilardo: A mí me parece bien porque vas viendo y hablando con los muchachos. Quizás haya sistemas distintos y hay que marcarle como vos querés que juegue en la Selección. Siempre hay que estar cerca de los jugadores.