Por María Florencia García Melazzo.– El primer parámetro para analizar la incógnita planteada, es ver el encuentro del Barcelona ante el Celtic de Escocia. Aunque dominando (casi) siempre la posesión, al plantel del Tata le costó bastante hacerse espacio en el área contraria. La ausencia de la estrella rosarina se reflejó en la falta de situaciones de gol, mientras Neymar y Cesc Fábregas intentaban llenar el gran vacío que dejaba el argentino. Parecía no alcanzar cuando se pitó el final del primer tiempo, habiendo transcurrido 45 minutos sin anotaciones ni emociones, con un Barcelona apagado y un Celtic resistente.
La segunda mitad del encuentro no parecía prometer mucho tampoco. La prematura expulsión de un jugador del cuadro escocés desequilibró permitiendo que tuviese más libertad de juego y lograse poner el resultado a su favor, con un gol de cabeza del catalán Fábregas. La naturaleza del gol resulta irónica considerando que el arquero inglés, Fraser Frerrest, supera los 2 metros de altura. Del otro lado de la cancha, Victor Valdés volvió a hacer de héroe tapando todos los remates rivales, uno de los pilares del Barca de Gerardo Martino.
Sin la magia distinta de la Pulga, Barcelona se encarga más o menos de lo mismo: mantener controlado el juego, pero sin brillar como suele hacerlo. Por lo tanto es más que meritorio, no solo teniendo a su jugador estrella fuera de la cancha, sino que también padeciendo las ausencia de dos defensores claves, Javier Mascherano y Carles Puyol. Esta situación obligó al Tata a cubrir dicha zona poniendo de titular al joven Marc Bartra. Como él mismo dijo en declaraciones previas, está buscando demostrar que “no hace falta fichar a ningún otro central” y que pueden contar con él. A juzgar por su buen desempeño ante Celtic, donde se lo vio acoplado a Gerard Piqué y hasta aprovechando una que otra oportunidad para subir a la ofensiva sin miedo.
En cuanto a la actuación de Neymar, bajo la presión de llenar los botines de Messi, su notable rapidez y buen manejo de la pelota le permiten poner en jaque a las defensas, que intentan bajar con duras patadas al crack ex Santos. Sus compañeros supieron buscarlo y encontrarlo, aunque los goles de jugada todavía son un asignatura pendiente. Por lo demás, supo cargar con la responsabilidad y regaló buenas maniobras. Sólo queda esperar que alcance madurez y protagonismo dentro de un equipo que, considerando la inconsistencia física de la Pulga, lo necesita en su mejor estado y rendimiento. Los de Martino se posicionan como líderes del grupo H de la Champions League, habiendo sacado 6 puntos en los dos primeros partidos disputados. La Liga BBVA sigue, y sin Messi, Barcelona sufre más, luce menos, pero demostró que puede sobrevivir.
Comentarios