30 años de Italia 90: Las postales de un mundial inolvdable para los argentinos

Se cumplen 30 años del comienzo del mundial de Italia 90. En conmemoración del aniversario, Rock 'N Ball te trae las imagenes del mundial favorito de los argentinos.

Se cumplen 30 años del mundial de Italia 90, uno de los mundiales más apasionantes para los argentinos. Un mundial que marcó un antes y un después para el futbol argentino. El mundial que dejó recuerdos muy felices, y otros no tanto. El mundial que marcó el final de la era Bilardo. Diego Maradona siendo amado en San Paolo, pero odiado en San Siro. Un torneo tan caótico como aburrido, pero con una carga emocional que lo colocó entre los mejores mundiales para el hincha argentino. Desde Rock ‘N Ball te traemos las imágenes que dejó el mundial de 1990, a tres décadas del partido inaugural.

EL DESFILE INAUGURAL

Fiel a la capital de la moda, la ceremonia inaugural en el estadio Giuseppe Meazza se basó en un desfile. Frente a 70.000 aficionados, las modelos ingresaban al campo de juego caminando por una pasarela. Las mujeres de la ceremonia vestían con un color que representaba a cada continente: América de rojo, Europa de verde, África de negro y Asia de amarillo. Fueron 25 minutos donde los desfiles fue acompañado por música representativa de cada continente, un coro que cantó en vivo, y las versiones en distintos idiomas de la canción oficial del mundial.

Apertura del mundial de 1990 en el estadio Giuseppe Meazza.

LAS PATADAS Y DERROTA CONTRA CAMERÚN

Una verdadera carnicería. Un partido donde Argentina no estuvo a la altura de lo que significaba ser campeón defensor del título mundial. Las patadas volaban (literalmente), y la roja no apareció hasta después de que un error de Pumpido, que no puso firme las manos ante el cabezazo de Francois Biyick, le diera el único gol del partido al seleccionado africano. Ruggeri salió lesionado, dándole lugar a un Claudio Caniggia que no saldría nunca más del once inicial. Esa tarde del 8 de junio de 1990, la albiceleste se retiraba de Milán con la sensación de que, si no levantaban cabeza, podría ocurrir una catástrofe.

Argentina cayó frente a Camerún en el partido inaugural.

LA AMENAZA DE BILARDO

 Hoy los jugadores lo recuerdan entre risas, pero en aquel momento realmente creían que podría ser capaz. En el vestuario postderrota con Camerún, el narigón muy molesto por el resultado y el pésimo juego de Argentina en cancha, dejó su postura clara al plantel con respecto a una temprana eliminación del mundial. “Si quedamos eliminados en primera ronda, que se caiga el avión antes de llegar a la Argentina”. El entrenador, sin vueltas, aclaró que él mismo se encargaría de tirar el avión al océano si Argentina volvía a Buenos Aires en primera ronda. “El Narigón era capaz de cualquier cosa, así que cuando nos dijo lo que nos dijo nos miramos, un poco nos reímos, y a la vez un poco le creímos. Imaginate la situación”, declaró Pedro Troglio en diálogo con Télam recordando el aniversario del mundial de Italia. Un hombre de pocas pulgas el ‘doctor’.

Bilardo amenazó con tirar el avion al océano si Argentina perdía en primera ronda.

LA LESION DE PUMPIDO Y EL DEBUT DE UN HÉROE INESPERADO

Llegaba el segundo partido con la obligación de ganarle a la Unión Soviética para acomodarse en el grupo B. Sin embargo, a los 11 minutos del primer tiempo, la pelota caía en el área albiceleste, y Pumpido intenta despejar. Pero, en vez de la pelota, se encontró con la pierna del vasco Olarticoechea. Nery sufrió instantáneamente de fractura de tibia y peroné y tuvo que ser retirado en camilla del estadio San Paolo para ser reemplazado por un tal Sergio Goycochea. Mas tarde vendrían el cabezazo de Troglio y la viveza de Burruchaga para vencer a la URSS y sumar sus primeros dos puntos en el grupo (Si, en Italia 90 el triunfo valia 2 puntos).

La lesión frente a la URSS terminaría retirando a Pumpido de la selección.

EL TOBILLO DE MARADONA

El partido del cierre de la fase de grupos frente a Rumania dejó una de las fotos mas recordadas del fútbol. Aquel encuentro terminó 1 a 1. Los rumanos se quedaron con el segundo puesto, y Argentina entró a octavos de final por la ventana como mejor tercero. Pero esa noche Diego Maradona se retiraba del estadio con la ayuda del cuerpo médico. El tobillo del mejor jugador del mundo parecía un pomelo de lo hinchado que se encontraba. A partir de ese partido, el 10 jugó infiltrado todos los encuentros restantes de la copa del mundo.

Maradona jugó infiltrado toda la fase final del Mundial de Italia.

EL GOL DEL PÁJARO

Octavos de final. Estadio de los Alpes, Turín. En frente estaba el Brasil de Careca, Dunga, Muller, y Alemao. Además, en el banco esperaban jugadores de la talla de Tita, Romario y Silas. Una selección imbatible que llegaba con puntaje ideal de la fase de grupos. El partido fue una verdadera guerra. Las patadas, golpes y tumultos se repetían a cada minuto en el terreno de juego. Argentina también llevaba el partido a ese terreno, porque el encuentro era un baile de la verdeamarela. Remate tras remate del seleccionado brasileño amenazaban el arco de Goyco. “¡No se la den más a los de amarillo!”, gritaba Bilardo pegado a la línea de cal. Pero fue por el minuto 37 del segundo tiempo cuando Diego agarró la pelota en el círculo central, se puso la cancha de frente y empezó a hacer lo que mejor sabe. Comienza una corrida eludiéndose a 3 jugadores rivales mientras se va tirando hacia la derecha. Luego saca de la galera un pase magistral, que pasa entre las piernas de Mauro Galvao, en diagonal a Caniggia que elude al arquero Taffarel y convierte el único gol del partido. Argentina desata el carnaval, mientras que, en Brasil, la tristeza ‘nao tem fim’.

EL BIDÓN DE BRANCO: BILARDISMO EXPLÍCITO

El clásico con Brasil dejó una de las historias más polémicas de los mundiales. Luego de que Troglio recibiera una dura patada, entró el cuerpo médico a atenderlo. Branco, uno de los defensores rivales, se acerca a pedirle agua al equipo albiceleste, quienes gentilmente le ofrecen de una botella verde que tenían separada. Al poco tiempo, al lateral brasileño le costaba mantenerse en pie. Los mareos, dolores y nauseas se apoderaban de una de las figuras de Brasil, quien además era el encargado de ejecutar los tiros libres. Resulta que el agua que le ofrecieron tenia un sedante que le pusieron desde el banco argentino. Una trampa sin un objetivo fijo, pero quien cayó fue el número 6, dejándolo fuera de condiciones para encargarse de las gambetas de Maradona o las corridas de Caniggia. ¿Estuvo bien? Seguramente no. Pero lo que es seguro es que ese día el país entero se declaró bilardista.

Branco quedó practicamente fuera de juego luego de tomar el agua con sedantes que le dieron del banco argentino.

EL PARTIDO MÁS ABURRIDO DE LA HISTORIA

El cruce de cuartos de final frente a Yugoslavia tuvo dos detalles muy especiales. El primero, es que es considerado por muchos como uno de los partidos más aburridos de la historia de los mundiales. El segundo, Goycochea comienza a escribir su nombre en la historia grande de la selección argentina. El partido terminó 0 a 0 en un encuentro casi sin llegadas, donde los pases entre el arquero y los defensores yugoslavos marcaron el lentísimo ritmo del encuentro. Fue tan alevosa la manera de hacer tiempo del seleccionado europeo, que impulsó a la FIFA a cambiar el reglamento para que el arquero no pueda tomar la pelota con las manos ante un pase con los pies de un compañero (este cambio se aprobó en 1992). El tiempo reglamentario terminó y Sergio Goycochea tapó dos penales para que Argentina pase a semifinales. Años más tarde, Ivica Osim, entrenador de Yugoslavia en el mundial del 90, declaró que, si el seleccionado europeo ganaba esa serie de penales, ganaría el mundial y eso hubiera evitado que se desate la Guerra de los Balcanes al año siguiente.

Sergio Goycochea sale a festejar la victoria en los penales frente a Yugoslavia para clasificar a semifinales.

ARGENTINA DE LOCAL ANTE EL LOCAL

Las semifinales dejaron una postal increíble para una copa del mundo. Argentina enfrentaba a la selección anfitriona en el estadio San Paolo de Nápoles, la casa de Maradona. Aquel día, los hinchas napolitanos alentaron a su ídolo en vez de a su propio país. El por que era claro: Maradona venia de salir campeón con Napoli de un nuevo Scudetto, y el 10 fue quien dignificó el futbol del sur de Italia frente a los poderosos del norte. Los italianos del sur alentaban por el hombre que sentó al Napoli en la mesa de los grandes. El partido terminó 1 a 1 con gol de Caniggia para la albiceleste. En la tanda de penales Goycochea atajó los dos míticos penales que lo convertirían en el nuevo héroe argentino, y Maradona convirtió su único gol en la copa del mundo, el cuarto de la serie, que fue celebrado por todo el estadio San Paolo.

El último penal de Goycochea, el festejo argentino, el grito de Paenza y la palabra de Bilardo postpartido.

SIAMO FUORI DELLA COPA

El efecto Mandela más icónico de la sociedad argentina. El relato que nunca existió, pero que vive en el inconsciente colectivo de un país entero. Corría el año 2004 cuando la cervecería Quilmes grababa sus clásicos comerciales de cara a la Copa América que se disputaba en Perú. Andrea Prodan, hermano de Luca, seria el encargado de ponerle la voz en ingles al gol de Diego en el 86, y un relato italiano a la serie de penales del 90. El tiempo pasó, y la mítica frase “siamo fuori della copa” nadie la recuerda como una publicidad del 2004. Al contrario, cualquier persona que recuerde esa frase asegurará que ese relato realmente existió, y que ocurrió en 1990. Incluso, quienes no vivieron ese mundial, pero no si recuerdan aquella frase, apostarían hasta lo que no tiene a que un relator italiano dijo en vivo aquella frase luego de que Goycochea atajara el penal a Serena para eliminar a Italia de la copa del mundo.

MAS VISITANTE QUE NUNCA

En el último partido, Argentina se encontraba nuevamente con Alemania en la final. Un calco de la final de hace 4 años, pero esta vez a los de Bilardo no disfrutarían del encuentro en el viejo continente. El estadio era el Olímpico de Roma, donde los italianos del norte recibían a su peor enemigo, Diego Armando Maradona. El clima era hostil desde que salieron los jugadores al campo de juego. Sin embargo, al momento del himno nacional argentino, comenzó una feroz silbatina que bajaba de las tribunas. En ese momento, quedó grabada por las cámaras de televisión el enojo de Maradona, insultando a quienes intentaban tapar el himno argentino.

¿¡QUE COBRAS CODESAL!?

La final de Italia 90 no se caracterizó por el gran arbitraje del mexicano Edgardo Codesal. En realidad, el juez de ese partido tuvo los dos errores más grandes de la historia del arbitraje en finales del mundo. Cuando iban 78 minutos de juego, con el partido 0 a 0, Lothar Matthäus derriba a Gabriel Calderón frente a la mirada del arbitro que estaba ubicado al lado de la jugada. “Siga, siga”, la orden del juez. Luego, a 5 minutos del final del tiempo reglamentario, el arbitro cobró una falta inexistente de Roberto Sensini contra Rudi Völler, que luego Andreas Brehme cambiaria por gol, y de esa manera definir el mundial de 1990. ¿El puntaje del arbitraje del partido? 10 puntos.

Codesal no cobró un claro penal a Argentina, y cobró un penal inexistente para Alemania.

LAS LAGRIMAS DE DIEGO

La entrega de medallas fue un puñal al corazón argentino. La foto de Maradona desconsolado con la medalla de plata colgada en el pecho recorrió el mundo. Luego del encuentro, el 10 declararía que seria su ultimo partido con la camiseta de la selección. Bilardo fue otro que cerro su ciclo postfinal. Un cierre que no merecían los dos mas grandes de la historia.

La tapa de la revista “El gráfico” con la imagen de Maradona con la medalla de plata.

LA MEJOR CANCION DE TODAS

El verano italiano que cambió la historia de las canciones de los mundiales. La canción más nostálgica de la historia del fútbol. Para muchos, la mejor canción que se haya compuesto para un mundial. Las patadas de Camerún, el gol de Cani, los penales de Goyco, los insultos del Diego a los italianos que silbaban el himno argentino, la polémica corbata a lunares de Bilardo, la indumentaria multicolor, los peinados retro… todo eso vive dentro de “Un estate italiana”, la composición de Giorgio Moroder y Tom Whitlock que se convirtió en patrimonio de la humanidad por la interpretación de Edoardo Benatto y Gianna Nannini. 30 años después, esta canción trae los recuerdos de lo que, para quienes lo vivieron, fue quizás el mejor mundial de la historia.