Ball

La llave es de ellos

La justicia tenía la posibilidad de derrocar a gran parte de una de las barras más grandes, organizadas e impunes de Argentina. Pero decidió que no. Creyó que era mejor dejar todo así. El circo continúa como si nada hubiese pasado. Los "barras bravas" son los dueños de la jaula.

Había posibilidades. Eran pocas, pero existían. La doce tenía una causa en contra muy fuerte. La justicia tenía la posibilidad de derrocar a gran parte de una de las barras bravas más grandes, organizadas e impunes de Argentina. El juez Manuel De Campos fue el encargado de juntar un montón de evidencias y enfilar la cosa. Sin embargo, le quitaron la causa y lo alejaron del tema de la 12. Lo distanciaron de todo lo que tiene que ver con Mauro Martín y Rafael Di Zeo. Líderes de la barra brava de Boca. Sin embargo en este caso que queden en absoluta libertad no es lo más grave de todo. La justicia terminó de mostrar la hilacha. La jueza María Dolores Fontbona de Pombo fue quién decidió definir el destino de los negociados de las barras bravas en Argentina.

Es tan insólito, como indignante. La jueza asumió y reconoció que la barra de Boca Juniors apodada “La 12” revende entradas y alquila carnets con el consentimiento del club. Cuando todo parecía desenmascararse por fin, completo diciendo que eso no es un delito, sino tan solo una falta administrativa. Lo que quiere decir que las barras bravas del fútbol argentino pueden revender entradas o alquilar carnets y solamente estará en falta administrativa el club. Club que brinda toda su complicidad. Les habilitaron el mecanismo que siempre tuvieron habilitado de manera tácita. Se hizo más visible que nunca, la impunidad que tienen en cuestiones relacionadas al manejo del club.

La Doce está invicta, pierde menos partidos que Boca. Los absolvieron nuevamente y solo queda una causa que preocupa a la gente de la Boca. Sin embargo contó el reconocido periodista especializado Gustavo Grabbia que esa causa pasaría a la capital federal. Con los jueces de capital, la barra juega de local. Le sobran los contactos e incluso la directa relación con los ministros de seguridad. Rafael Di Zeo y Mauro Martin bailan bajo la lluvia porque saben que el domingo van a estar colgados del para avalanchas. Y además van a estar haciendo negocios. “Si hay una posibilidad de negociar con mi club, negocio yo y no otro” contó Di Zeo en un viejo documental de barras en Argentina.

El rumor irá pasando de tribuna en tribuna y todas las barras serán conscientes de que lo que hacen no es ilegal. Siempre tuvieron una copia de la caja fuerte, pero ahora les dieron la llave original. Luz verde para que negocien con la guita y las entradas de los socios. Además de la venta de entradas, La 12 maneja merchandising del club, los puestos de comida de alrededor de la cancha y realiza el “Adrenalina Tour”. El adrenalina tour es una excursión para turistas que se hace desde hace años en el barrio de la boca. La barra brava te invita a entrar a la cancha con ellos y sentir la adrenalina de La Bombonera. Los violentos justifican la violencia, te la cobran y no te dan ticket. Mientras tanto los socios, socios adherentes y no socios, realizan horas de fila (en el mejor de los casos) por una entrada. Mientras tanto, los dueños de la pelota, que no saben decir el equipo de memoria, manejan los hilos de todo, deciden quien entra y quién no. Eso ya era triste, como para que ahora venga una jueza y les diga que pueden. Otra vez sopa, el fútbol pierde por goleada. Nadie parece darse cuenta. O será que todos juegan a que no es verdad, para no hacerse cargo de como hicieron mierda los domingos.