Gabriel Pedernera es, un poco, el arquitecto del sonido de Eruca Sativa. En estos 10 años, su búsqueda no es sólo de mejora en su instrumento o de agregar otros elementos a su esencia en la banda, también lo fue hacerse amigo íntimo del sonido. Incursionó en su faceta de productor, aprendió, se formó y hoy está detrás de gran parte del sonido de la banda, aunque a veces le cueste jugar ese rol, porque prefiere que el timón musical sea llevado por les tres integrantes.

Como parte de la nota por los 10 años de Eruca Sativa, Rock ‘N Ball sostuvo entrevistas individuales con cada une de los tres integrantes del trío. Más allá de la nota central de la revista, que también ya está publicada en la web, decidimos publicar, íntegras, en semanas distintas, las tres notas con cada une de elles.

Cinthia Anabella

RNB: Pensando en “Seremos Primavera”, hubo un cambio grande con respecto a la producción de “Barro y Fauna”, que lo hicieron casi todo en Estados Unidos e involucraron a muchas personas. Esta última producción fue un poco más íntima, estando un poco más en soledad y compartiendo tiempo los tres juntos. ¿Cómo fue esa experiencia?
Gabi: Buena observación, porque “Barro y Fauna” fue un disco con mucha parafernalia y este es más “hecho en casa”, con salsa caserita. Hay una diferencia muy grande entre estos. No fue intencional. Si fue intencional hacerlo nosotros solos, eso nos parecía todo un desafío, algo que no habíamos hecho nunca. Teníamos esa necesidad y queríamos experimentrar por ese lado. Fuera de todo eso nuestro foco siempre fue la música, las canciones. Lo que hicimos también fue dejarnos llevar por lo que originalmente fueron los demo. En otro discos, si la idea original era en piano o lo que sea, la llevábamos a la banda. En este caso no, si el tema nació en un piano, se hizo ahí. Fue una experiencia muy linda, aprendimos mucho y nos unió de una forma nueva.

RNB: ¿Cuánto te aportó o te jugó en contra el haberte consolidado como productor en los últimos años?
Gabi: Nos pasa a los tres que, a medida que vamos ganando experiencia, tratamos de volcarla toda en Eruca Sativa y que se convierta en algo positivo. Como productor me pasa lo mismo, me cuesta mucho producirnos porque me gusta que las decisiones sean de los tres. Me parece que no tiene ningún aspecto negativo, solamente toda la experiencia que uno va ganando tratar de ponerla en este proyecto que tanto amamos.

RNB: Como bien dijiste, en “Seremos Primavera” lo que arrancó con un piano, así quedo. Todavía por todo este contexto no lo presentaron en vivo de manera oficial, pero hay un montón de sonidos nuevos y cosas extra, ¿van a sumar otros músicos en el escenario?
Gabi: Lo bueno es que, quizás, los sonidos son nuevos, pero en el disco tocamos solamente los tres y no hay ningún invitado. Entonces, son cosas que podemos tocar, aunque no seamos muy buenos pianistas ni nada (risas). Nos la vamos a tener que rebuscar para tocarlo en vivo íntegramente solos, eso va a ser muy especial. Vamos a hacer el esfuerzo de ser nosotros tres cuando sea que podamos volver a tocar de vuelta.

RNB: ¿Qué importancia tuvo “Huellas Digitales” para este proyecto donde hay canciones más minimalistas y con menos decibeles?
Gabi: Es una buena observación. “Huellas Digitales” nos mostró una faceta sonora de Eruca que desconocíamos hasta ese momento. Fue como una iniciativa de decir “nosotros también podemos sonar así” y buscar por fuera del power trío. Lo que vino después, “Barro y Fauna”, fue un disco muy crudo que también tuvo sus procesos y sus rarezas sonoras, pero “Seremos Primavera” termina de explotar esta posibilidad de que Eruca suene de cualquier forma.

RNB: ¿Podríamos decir que “Barro y Fauna” fue un disco de transición en cuanto a lo sonoro?
Gabi: Puede ser, totalmente. Me cuesta mucho ver nuestros discos desde afuera porque cada uno me hace acordar a un momento, pero está bueno.

RNB: ¿Cómo fue tocar en Plaza de Mayo para la asunción del Presidente Alberto Fernández? ¿Qué significó para la banda?
Gabi: Personalmente fue muy importante, más allá de algo puramente partidista y que no tengo intención de entrar en eso. Me parece interesante cuando la bajada gubernamental nos incluye a nosotros cultura, músicos. Me acuerdo de estar en camarines, bueno, falsos camarines porque estábamos dentro de la Casa de Gobierno, y hablábamos con Juanchi (Baleirón) y los chicos de Los Pericos y brindábamos y decíamos “esta es la primera vez, en estos últimos cuatro años, que nos dejan entrar acá”. Simbólicamente eso es muy importante. Obviamente, siempre siento que si un Gobierno le presta atención a la cultura, es una batalla ganada.

RNB: Uno de afuera ve a Eruca Sativa como referente de un movimiento grande de bandas, incluso dicho por colegas, por su trabajo, su vivo. ¿Qué te pasa a vos cuando escuchas eso? ¿Es una responsabilidad mayor?
Gabi: Si, puede ser. Me gusta para las nuevas generaciones, no quiero sonar como un tipo de 70 años porque no los tengo, que quede algo lindo. A mí me tocó ser parte de una generación en la que nuestros referentes, o no todos, nos dejaban esta cosa del reviente, de los excesos, del rock and roll. Esas “pomeleadas” que a mí siempre me parecieron tan ridículas, ya que tuve como una preferencia especial por los referentes que sentía que no me dejaban eso. Por ejemplo, Spinetta. Elegía eso. Ahora que nos toca estar en un lugar diferente y que, de alguna forma, como la frase que escuché en una obra y me pareció genial, “la historia tiene puestos los ojos en nosotros” está bueno que lo que quede sea algo bueno y no algo que no es. No somos reventados, no somos así. Nos gusta estudiar, dormir, estar con nuestras familias y disfrutar de la vida bien.

RNB: Estamos cumpliendo 10 años y, si bien un poco ya adelantaste, ¿cuál creés que es el legado que Eruca Sativa le dejó a su público y a la música desde el 2010 hasta hoy?
Gabi: Me gustaría, no se si lo creo firmemente, que lo que dejamos haya sido buena música y buenos momentos. Me gustaría que toda esa gente que nos acompañó en esta última década, si escucha una canción nuestra, que les salga una sonrisa o se acuerde de algo lindo. Que nuestra música les lleve a un lugar lindo.