Punto De Vista

“No me lo merecía”

De pronto, al mail de Rock 'N Ball, nos cayó este testimonio. En primera persona, crudo. "Mi historia no tiene piñas, ni violación, no sé si vale", nos dijo en el mail HQ. Es verdad, por fortuna no tiene eso, pero sí se tiene otras cosas. Lo más importante que tiene son los ovarios de la protagonista, que le sirva a otras mujeres en su misma situación. #NiUnaMenos

Hace unos años conoci por Facebook a un pibe. Empezamos a salir, nos empezamos a conocer. Fuimos rápido, no lo niego, y nos pusimos de novios.

Era (o es, mejor dicho), varios años más grande que yo. Al principio tenía algunas actitudes raras, pero como todas las personas somos diferentes es lógico que pensemos y actuemos distinto, y por eso acepté los 30 llamados seguidos si no respondía el celular, los mensajes insistentes, los primeros insultos por alguna “cagada” que me había mandado. Después, si estábamos en algún lugar público y se enojaba, me pellizcaba para que no lo vieran.

Al otro día me llevaba el mate a la cama, y todo solucionado. Me decía que era mi culpa. Que yo lo ponía asi. Que él me amaba. Y que no se cuidaba en la cama porque confiaba en mí. Mirá qué pelotuda… Mirá qué ciega estaba…

Las peleas siguieron. Los insultos crecieron. Y los gritos. Y las zamarreadas. Yo era una mierda, y quién me iba a querer más que él, o como él, si yo era mierda. Si viajábamos, podíamos estar en Tucumán o en Córdoba que él me amenazaba con irse y dejarme sola. Y si yo era mierda, y encima estaba lejos, ¿qué iba a hacer sin él?

Un día se confundió, creyó que yo había dicho algo que no dije, que no hice, que no vi, y en medio de un boliche me tiró del pelo, me agarro de un brazo tan fuerte que tuve un moretón gigante por varios días y me pellizcó tanto que terminé con toda la espalda marcada. Después me obligó a irme con él, porque si volvía a mi casa todos se iban a enterar, y eso no podía pasar.

es pedí ayuda a sus amigos pero no me creyeron lo que estaba pasando. Él me amenazaba con suicidarse. Todo era confuso, mis viejos lo intuían pero yo no hablaba del tema, mis amigos estaban desesperados.

¿Para quién no es evidente que hay violencia si te rompen 3 celulares? ¿Para quién no es evidente que hay violencia si te sacan de un brazo de un boliche porque alguien paró a saludarte?. ¿Para quién no es evidente que si tenés marcas en el cuerpo por su bronca, HAY VIOLENCIA? Y si hay violencia no hay amor. Para mí… para mí no era evidente. Si hasta se había tatuado mis iniciales.

Un día me fui de su casa y no volví más. No se como hice. Simplemente me fui, para volver a encontrarme con toda la gente que me ama bien. Que me amó siempre, a pesar de todo ese año negro.

Me persiguió un tiempo más hasta que se aburrió, o consiguió a otra que ocupara el lugar de sumisa que tenía yo. Alguien que entendiera que él era una buena persona pero que yo, con mis aires de cocorita, con mi soberbia, con mis ganas de estudiar y realizarme, con mis amigos de toda la vida y esa familia que me contuvo, lo sacaba de quicio.

Me pidió un último café pero me provocó muchísimo miedo y se lo negué. Cuando escuché la noticia Gabriela Parra, la mujer asesinada en la pizzería de Caballito, me acordé de eso. Qué hubiera pasado si…

Nunca jamás recibí una piña de él, y por eso nunca me sentí una mujer golpeada, ni violentada. Pero últimamente las cosas cambiaron, y después de leer e informarme mucho me di cuenta de que sí, que fui violentada y, principalmente, que no me lo merecía.

Mi historia termina bien. Termina en que yo conozco a un tipo que no me agarra el celular ni de casualidad porque confía en mí. Que me abraza, que me ama de verdad, que me protege. Que me respeta como mujer y como ser humano. Que no me obliga a tener relaciones si yo no quiero, que no me persigue. Que se quiere casar conmigo. Que es el papá de mi hijo.

Tuve un hijo varón al que educo para que levante la mesa, ordene sus juguetes y me acompañe al supermercado a comprar. Lo siento como una revancha personal, darle al mundo hijos que no sean machos ni sumisas, que sean personas iguales.

Yo frené. Yo me cansé antes. Yo pude. Y quiero que todas puedan. Por eso hoy me voy al Congreso.
#NiUnaMenos.

Por HQ

Gracias a Yael Crivisqui por la foto que ilustra la nota y por regalarnos su arte.