Punto De Vista

Indio Solari, el hombre político

El Indio quedó en el centro de la polémica por mostrar una tendencia favorable al gobierno de Cristina Fernández, reforzada durante el último “Pogo Más Grande del Universo” cuando dijo “6,7,8” a la hora de arengar a la masa. ¿Por qué no se le perdona a Solari que exhiba su costado político? Una opinión. Un debate que abrimos.

“La gente decente es diferente nene”, reza una oración del tema “Fusilados por la Cruz Roja” y podría aplicarse a este caso. El Indio cometió un error, para un gran sector de la sociedad, que es haber mencionado “6,7,8” mientras arengaba a las 120 mil almas que poblaron el Parque Agnesi, en Mendoza, a celebrar “El Pogo Más Grande del Universo”. A ver, ¿error? No, señores. Carlos Solari, apoya este gobierno como no le ha pasado con ningún otro. Pero una vez más vuelve a mostrar su posicionamiento político, como a lo largo de toda su carrera. ¿Eso molesta? ¿O la dirección de sus elogios? Bienvenidos señores, la rebeldía no siempre es contra el estado. ¿No, indio? También la pueden ligar las corporaciones y quienes les hacen el juego…

Solari siempre fue un tipo político. No hace falta aclarar que el ser apolítico es ser también político, por supuesto. En los años ’70, ’80, cuando “Los Redondos” comenzaban a gestarse en los tugurios platenses, bajo “La Cofradía de la Flor Solar”, el país estaba siendo atacado y sometido bajo los efluvios de una inminente dictadura militar o bien viviendo el post dictadura. Una etapa no menos dura, pero sí mucho más placentera.

Por aquellos años, un joven Solari, un joven Beillinson y unos jóvenes Redondos parieron “Gulp” (1985) y comenzaron a convertirse en paradigmas del rock nacional, sin llegar a ser el fenómeno que son. Algo que comenzó cuando la banda alcanzó la masividad de los estadios y que terminó de rubricarse cuando mataron a Walter Bulacio. Como siempre, el morbo como acompañante indivisible del éxito. Al menos acá, parece que es así. Revisar casos “Sumo” y “Callejeros” para más referencia.

En aquellos momentos, el Indio escupía contra los gobiernos. Gobiernos que lo censuraban, que lo graficaban como el mal y con los cuales Patricio Rey no comulgaba. Bueno, el Indio creció. Formó una familia, se hizo hombre y empezó a tener preocupaciones de gente de su edad, como por ejemplo, ¿Quién gobierna este suelo?. Eso no va en contra de su capacidad como artista, ni tampoco de su aura. Aunque algunos quieran creer que sí.

¿Es menos conmovedor “Juguetes Perdidos” porque el Indio sea gustoso de Cristina Fernández? ¿Es menos legítimo el sismo Redondo porque a su mentor le caiga simpático Aníbal Fernández? ¿Acaso toca el Indio con la remera de La Cámpora? No, para nada. El hombre, Carlos, es Kirchnerista. Es afín a Néstor, Aníbal y Cristina. El músico, Solari, sigue cantando las mismas cosas. Cosas que en su momento significaron una rebeldía y que hoy siguen significando lo mismo, pero en un ámbito mucho más relajado. Digo, no es lo mismo cantar “Todo Preso Es Político” en 1987 que hoy, en 2013. Pero no deja de tener el significado que tuvo en aquel momento.

En 2004, con “To Beef Or Not To Beef”, el Indio hizo la pintura de la Argentina post crisis del 2001. El éxodo masivo que le siguió al país en bancarrota. Fue un año después que asumiera Néstor Kirchner. Fue tres años después del Infierno. Cuando en Junín del 2011 el Indio dijo “Vieron, había que quedarse acá. Había que quedarse en el país”, cerró todo.

Uno dirá, quizás con algo de razón, que fácil es ser Kirchnerista y millonario. Podría ser. Pero el tener plata no significa que uno no pueda tener tendencia política. Tener fama no exime a uno de tener un pensamiento político, menos a una mente tan especial como la del líder del movimiento cultural más importante de la Argentina post dictadura militar. ¿O alguien lo duda?

En definitiva, criticar al Indio Solari por su tendencia política e incluso intentar “cuestionar” su obra por su pensamiento político es inadmisible. Y no debería tener lugar. ¿Qué tiene que ver el culo con la témpera? La masa no lo sigue porque es K o es anti K. La masa lo sigue por lo que representa. ¿El Indio baja línea? Como cualquiera que expresa su pensamiento.

Cierto es que de un tiempo a esta parte, Solari se expresó como nunca antes en términos políticos. Elogió a este gobierno por demás, incluso en su lucha “contra la Gran corporación” en referencia a Clarín, manifestó que CFK tenía “huevos” y le escribió a Aníbal Fernández –Ricotero de ley- para que salude a la mandataria de su parte. De ahí a que cuando se recuperó “La Fragata Libertad” sonara “Juguetes Perdidos” hubo un paso. Se asocia al Indio con este gobierno.Y no parece que al propio artista le moleste. ¿Entonces porque le molesta a otros?

Ya lo dijo el propio Solari, al referirse al término “Artista Militante”: “Estoy conforme con lo que está haciendo el Gobierno, pero no creo en el artista militante, y decir eso no le gustó a algunos. Hubo un gran desprestigio a tipos inteligentes en su momento, y en programas como 678 tratan de dar argumentos. Y por decir eso también dejé de estar en cortinas de noticieros en algunos canales, y me empezaron a pasar más en otros”. Es así.

El tema es que el Indio no precisa que se le abran o se le cierren puertas. Da su opinión desde un lugar cómodo en un sentido: moleste a quien moleste, no dejarán de ir a verlo. ¿Por qué se machaca tanto, entonces, sobre su opinión? ¿Alguien realmente cree que a los 120 mil tipos que fueron a verlo a Mendoza les importa a quien va a votar Carlos Solari el 27 de octubre? Es lo mismo que los hinchas de River nieguen ir a verlo porque el Indio manifestó su pasión por Boca. No tiene sentido. Ni se entiende porque se cuestiona. Digo, ¿alguien dejó de querer a Charly o a Maradona por sus fotos con Menem? No, claro que no. ¡Porque no tiene nada que ver! El gol de Diego no fue menos grandioso por fotografiarse con un hijo de puta, ni la música de Charly menos rebelde por lo mismo. No existe el artista militante. Militantes son las personas. Las ideas y las convicciones. Que no tienen porque tener que ver con qué uno sea artista o no. Digo, ¿yo soy periodista militante? ¿Existe el médico militante? ¿El abogado militante? No, existen los militantes. Militantes que pueden ser médicos, periodistas, abogados, futbolistas y sí: músicos. O enormes estrellas, claro. Juzgar a una persona por su pensamiento político, evaluar su rol como artista por eso, es retrodecer a años oscuros.

¿Es mejor la música de Fito Páez desde que dijo que odia al PRO? ¿Es menos grande el Indio Solari porque simpatiza con este gobierno? No. Son artistas. Y los artistas son una cosa, y su tendencia política otra. Distinto sería si el Indio tocará bajo el lema “El que no vota a Cristina no quiere a su mamá”. No lo hace. Entonces, ¿por qué no dejarlo pensar cómo quiere y de lo que quiere? Es que, en definitiva, aunque algunos quieran hacernos creer que sí, ya no va más “la pendejada de que todo es igual,
siempre igual, todo igual, todo lo mismo…” Por suerte, eso cambió.