oche fría en Colegiales y ambiente tranquilo fuera del Teatro Vorterix en la previa. Nada de eso se mantuvo pasadas las 21:15, cuando Zambayonny y su “Elegante Suite Band” hicieron su aparición. Puntualidad suiza para quien empezó como un personaje ficticio oriundo justamente de ese país y hoy ya es un cantautor reconocido.
“El equilibrio del mundo” y “Amoxapina por joder” fueron las primeras dos canciones, al igual que en el DVD “Concierto Aniversario” que esa noche se presentaba. Zambayonny comenzó interactuando con el público (cosa que nunca dejó de hacer, aun habiendo sumado la banda) y se dijo “emocionado” por estar presentando su nueva producción allí. Es que en 2008 hizo lo propio en el mismo lugar con “Salvando las distancias”, el disco que lo catapultó a la fama.
El sonido rockero del lugar se fue amoldando – luego de unos pequeños desajustes – al de la banda del trovador, y quedó perfecto para “La hija de la vecina”, tercera canción y primera variación de orden respecto del DVD. Para ese momento, el teatro ya estaba colmado y la imagen era particular: hubiera sido difícil para un observador neutral saber quién tocaba en un recinto donde había remeras de Ska-P, Sonata Arctica y el Sindicato del Pedazo, club de fans de Zambayonny.
El repaso por los 10 años fue completo: se intercalaron canciones de todos los discos. Para los cuatro temas siguientes, eso se dio literalmente. “Me dejo hablando solo” (de “Salvando las distancias”), “Viernes” (de “Los años locos”), “El Roger” (de “Búfalo de Agua”) y “Cuentos Chinos” (de “Hotel de Canciones”) marcaron la tónica celebratoria de la noche.
Entre las dos últimas mencionadas, el bajista Chelox Rodríguez tocó un tango solo con su instrumento, generando – como siempre – la ovación de los presentes. “La mesa de Marechal”, que el tecladista Diego Savoretti confesó utilizar “en privado, a altas horas de la noche y en otra tonalidad”, cerró esa parte del show.
El momento más esperado llegó inmediatamente después. Por sorpresa para el público, Fierita Catalano subió al escenario a increpar jocosamente a Zambayonny por decir que iba a sacar un DVD cuando en realidad el producto audiovisual será un video HD gratuito en Youtube, pero no se venderá. Aclarada la virtual confusión, el conductor de TV sacó un celular y puso en modo público el video en el canal del cantautor. “Acabamos de decretar la muerte del formato físico”, dijo este último, y remató: “lo lamento por los nostálgicos”. La industria está cambiando, y Zamba está desde siempre un paso adelante.
Al volver la música, el recital siguió tomando aire y juntando energía para el final. “Las horas perdidas”, “Don Fermín” y “El corazón de las muñecas” lo permitieron.
El trovador no iba a terminar el show sin repetir una sana costumbre: darle lugar a alguno (o algunos) de sus músicos para interpretar alguna de sus canciones. En este caso, el elegido fue el mencionado Savoretti, que invitó a la cantante uruguaya Lea Ben Sasson a compartir en versión acústica uno de sus temas más hermosos: “Mi amor al arte”. Sin mediar palabra, la banda volvió y Zambayonny entonó en el micrófono las palabras mágicas “final del viaje”, dando inicio a “El último peaje”.
Después del coro más multitudinario de la noche, todo fue hacia arriba. “May day” calentó motores (valga la ironía) y con “Al ras del suelo” comenzó el descontrol. Después del bonus “No me hablés de amor”, el “popurrí” del DVD terminó de generar el pogo. Las canciones incluidas fueron “Las cosas que dejé”, “La conga”, “Soy superman”, “Averiguá si cojo mucho” y “Se va a poner muy lindo”. Después de eso, solo quedaba lugar para la trifecta final: “Volviste muy, muy puta de Gesell”, “Los años locos” y “Milanesa de pija”, todas con pogo mayoritario en plan rockero y haciendo honor al recinto.
La presentación hizo honor a “Concierto Aniversario”, que fue interpretado en un orden similar (aunque no igual). De las canciones incluidas solo faltaron “Margarita”, “El whisky de dios” y “Cama cama”, pero el show no perdió efectividad y dejó a los presentes más que contentos y a la espera de novedades de Zambayonny, que parece no tener techo.
Fotos de Agus Bianco Fotografía
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