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Iron Maiden: Eddie, Bruce y el arca perdida

La Doncella De Hierro superó todos los contratiempos de logística y trajo el set completo para completar un show a la altura de su leyenda en el marco del "Book Of Souls Tour". Harris, Dickinson y toda la banda demostraron una vez más porque son el mejor grupo de heavy metal.

Iron Maiden
Iron Maiden

Cuando en 1985 vinieron por primera vez para Sudamérica lo hicieron para actuar en la primera edición del Rock In Río en Brasil en plena etapa dorada de su carrera, cuando hacía poco habían lanzado “Powerslave” y el “Live After Death”. Los argentinos, ilusionados, queríamos que vinieran pero hubo que esperar casi una década hasta que en 1992 llegaron al estadio de Ferro para mostrarnos su “Fear Of The Dark”, que marcaría el comienzo de una historia de amor entre Iron Maiden y nuestro país que anoche en el estadio de Vélez tuvo un décimo capítulo ante más de 42.000 personas que colmaron el estadio.

La última visita no había dejado el mismo sabor que todas las anteriores y no por culpa de la banda. La rotura de la valla, entre otras tantas cosas, hicieron que la presentación del “Maiden England Tour 2013” no fuera de regocijo para nosotros. Es por eso que esta vuelta iba a ser especial y cuando todo pintaba de maravillas, después de su concierto en Chile se les rompe su avión, el Ed Force One, que pilotearía el mismísimo Dickinson para llegar hasta Córdoba y Buenos Aires. Sin embargo, nada detuvo a La Bestia: “Tenemos la mejor crew del mundo, hace 3 días que no duermen para poder traer el show completo hasta Córdoba y Buenos Aires. ¡Lo hicimos!”, agregó el cantante.

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Ni todo el mal trabajo de la organización, que nuevamente no estuvo a la altura, podría empañar el concierto de Iron Maiden en Vélez, esta vez con The Raven Age y Anthrax como grupos invitados. Cerca de las nueve de la noche, hora en que se sabía iba a comenzar el concierto, había más de tres cuadras de cola con fanáticos esperando sacando cálculos de que si iban o no poder entrar al ritual más esperado, sin nadie de organización cerca que los guíe. “¿Acá empieza la cola?”, la pregunta más escuchada. Plateas colmadas, gente sin poder encontrar su asiento por el que tanto pagaron, ley de la selva y sin tampoco contar con nadie a que ayude a poder sentarse dónde les correspondía.

Todo eso quedó atrás cuando comenzó a sonar “Doctor, Doctor”, la canción de UFO que marca el comienzo de cada recital de la banda más grande de metal del mundo. Acto seguido, las luces se apagaron y Bruce Dickinson, solitario, apareció en el escenario para el prólogo de “If Eternity Should Fail”, tema que abre su último – y gran– disco “The Book Of Souls”. Luces, humo, fuego, pantallas con gran calidad y otros detalles formaban parte de una escenografía ambientada en las antiguas civilizaciones Mayas con el cantante con un look símil Harrison Ford en Indiana Jones.

En el campo no cabía un alfiler más, todos buscando un lugar para estar lo mejor posible, corriendo la cabeza para poder ver a sus héroes y, a la vez, también poder tomar un poco de aire que bajar el calor humano que los envolvía. Todo eso fue en vano porque el ritmo frenético de “Speed Of Light” agitó las aguas del mar de gente, algo que iba a suceder en todas las canciones del set.

Musicalmente hablando, están mejor que nunca. Si bien algunos pifies y errores mínimos hubo, el galope del bajo de Steve Harris, la solidez de Nicko Mcbrain en la batería en conjunto con las filosas guitarras de Adrian Smith, Dave Murray y Janick Gers y la dorada y flamante voz de Bruce Dickinson, que dejó atrás un cáncer de garganta, hacen de Maiden una banda cada vez más grande.

El repertorio de su más reciente placa fue el mismo que venían haciendo en toda la gira y que repitieron en la agradable noche de Buenos Aires, con puntos muy altos en “Tears Of A Clown”, el tema que Harris le compuso al fallecido cómico Robin Williams, y la majestuosa “The Red And The Black”, una pieza que quedará para el recuerdo.

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El primero de los clásicos fue “The Trooper” con la línea de cuatro cuerdas en el centro del escenario como si fueran la defensa del West Ham, equipo del cuál es fanático Harris, mientras Bruce agitaba la bandera británica por cada esquina de la plataforma. “Powerslave”, tal vez el único que pudo ser “prescindible” de la lista tuvo a Bruce con una máscara del legendario luchador mexicano de catch Blue Demon.

Poco tenía que ver si se trataba de ser fanático o no de la banda, el espectáculo que brindaron fue redondo por donde se lo mire, tanto a nivel visual y sonoro. Janick Gers, además de ganarse los aplausos por correr en el escenario y jugar con Eddie, cumplió con la intro acústica en “The Book Of Souls” que incluyó saludo cumpleañero para el bajista de La Bestia, que sopló 60 velitas días atrás, y tuvo a la versión renovada de Eddie, mascota de la banda, por primera vez antes de que Dickinson le “arrancara” el corazón y lo lanzara al público.

Un breve descanso después de “Halloweed By The Name” –gracias a dios o quien sea volvió al set-, “Fear Of The Dark”, siempre especial en Argentina, y el tema que le da nombre al grupo con otra versión gigante de Eddie que emergió desde atrás del escenario.

El “encore”, con el gran Steve Harris vistiendo la camiseta del seleccionado argentino de fútbol, fue con “The Number Of The Beast”, con escenografía acorde también y Bruce dando saltos por los bafles, “Blood Brothers”, con discurso de unidad y hermandad para con todo el mundo, y el cierre con la maravillosa “Wasted Years”, con los coros gentileza de Adrian Smith.

Así como Megadeth tiene pasaporte argento, Iron Maiden, en su décima visita, hace rato también se lo ganó. Una banda que sigue trascendiendo (y uniendo) generaciones a través de sus canciones explica porque tiene la dimensión y el lugar que se ganaron. En lugar de hacerlos de Boca o de River, algunos hacen a sus hijos “hinchas de Maiden”, y ayer se vio. Adolescentes y chicos junto a sus padres disfrutando de la banda de sonido de su vida fueron un espectáculo aparte dentro del show.

La magia se había terminado rápido, las dos horas de canciones habían pasado en un suspiro porque ya estaba sonando la música de los Monty Python mientras la gente iba saliendo en caravana y Nicko y el resto de la banda hacían volar parches, platillos, vaquetas y púas para que un puñado de afortunados los conserven como trofeos de guerra.

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01. “Doctor Doctor” (UFO)
02. “If Eternity Should Fail”
03. “Speed of Light”
04. “Children of the Damned”
05. “Tears Of a Clown”
06. “The Red And The Black”
07. “The Trooper”
08. “Powerslave”
09. “Death Or Glory”
10. “The Book Of Souls” (Preceeded by “Happy Birthday”… more )
11. “Hallowed Be Thy Name”
12. “Fear Of The Dark”
13. “Iron Maiden”
———————————————————
14. “The Number Of The Beast”
15. “Blood Brothers”
16. “Wasted Years”

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