Altamente relacionado con el día y la sensación térmica, El Kuelgue arrancó el show con “Tema Del Verano” y entre las primeras de la lista estuvieron “Sin Parangón”, “La Fama”, “Circunvalación”, “Planeta Numir”, “Ayer Real” y “El Paraíso De Los Perros” e interpretaron “Ir a Más”, cover de Los Abuelos De La Nada. Una seguidilla bien arriba para que no haya motivos para no moverse del patio.

Si bien mantuvieron su identidad con su fusión de estilos y sus performances músico-actorales, hay algo que los caracteriza como banda y que mencionan ellos mismos: ningún show es igual al otro.

Es una realidad que ésta vez la presentación tuvo un tinte más elegante al comienzo, alejados de los inflables, utilería en escena o Julián Kartun –cantante del grupo- tirándose al público como se acostumbró a ver en “Balneario Cacharrito” durante el pasado verano en CCK y otras presentaciones.

Ya habiendo pasado las primeras 10 canciones, los músicos salieron del escenario y las luces se apagaron. En escena aparecieron Julian Kartun (voz) y Nicolás Morone (guitarra) en la pasarela ubicada en el medio del patio para interpretar “En tanto y en cuanto”.

Sentados con una mesita, una lámpara y una planta al lado, tal como adelantaron mediante Instagram, presentaron “Parque Acuático”, el EP que salió fines de diciembre del año pasado y el que siguió en la lista del sábado. Para ésta, Santiago Martinez (tecladista de la banda), se incorporó en voces coreando “lo otro que me gusta es caminar con vos”, sorprendiendo por detrás a los músicos con un tono casi romántico.

Fue una noche con espacio para que todos se luzcan. Pablo Vidal, saxofonista de El Kuelgue, tuvo tiempo de deleitar al público, también en medio de la pasarela, con un sólo de saxo en “Si no te vas“, seguido por Santiago en el teclado y luego los tres en voces para concluir. Los coros estuvieron a cargo de Paloma Iturri y Veronica Gerez, del trío femenino Bestia, en algunas como “Góndola”, “Bossa & People”.

Se notaba que algunos de los que estaban presentes quizás iban por primera vez, pero aun así nadie dejaba de moverse en ningún momento. “A la gente le gusta lo que haces y encima tiene esta onda, vos imaginate. Va una de Balneario Cacharrito dijo el cantante mirando al publico antes de arrancar con “Jimena” y “Avenidas”, una de las favoritas, que mantuvo al publico a los saltos y con una alegría que se contagiaba de uno a otro. “Esto es El Kuelgue, dijo al terminar esa tanda.

Tanto las interacciones con el público como entre Julián y Santiago, sumado a la fusión de varios estilos -como el “Standtrap” haciendo alusión a una escena que combinó Stand Up con bases de Trap– y disciplinas fueron el punto para pasar una noche entre risas y baile.

Si bien al comienzo parecía un show más formal, casi al final las luces cambiaron a un color rojo tan furioso como los músicos al interpretar “Amor, comprensión y ternura” y luego llego “Clonasepan” para cambiar de el clima con una cumbia descontrolada pidiendo “para bajar abajo y abajo”.

A los cánticos en contra el presidente Mauricio Macri y a favor del Aborto Legal Seguro y Gratuito se le sumó otro: “hay que separar a la Iglesia del Estado” desde arriba y abajo del escenario mientras sonaba “Cristo es Marquitos Di Palma” y el público levantaba las manos como si estuviera entonando coros de iglesia. Y llegando al fin de la canción, así como del show, siguieron bailando casi frenéticamente al ritmo de “Cumbia Si Trabajo No”.

Una de las últimas secuencias de interacción fue cuando el tecladista relató durante unos minutos los movimientos que hacía el cantante arriba del escenario y dudaba de contar al público o no que todo llegaba al final. Siguiendo con las risas y aplausos cerraron con “Cariño Reptil”, en un show polifacético y apto para todo público.

Crónica por Catalina Nocino Frick

Fotos por Julieta Kinder