El público estaba citado a las  14 Hs. y, para ese momento, la calle Gutemberg entre Tronador y Punta Arenas ya estaba cerrada al paso. El Festival Buena Vibra cambió autos estacionados por foodtrucks iluminados con guirnaldas de luces en un espacio para descansar, comer y tomar algo independiente al predio y además del patio cervecero-.

En la entrada esperaban chicas en patines con folletos del festival y glitter, para el que quería llenarse de un poco mas de colores. Si, un poco más porque lo que predominó la jornada fueron las camisas floreadas, riñoneras, medias largas a la vista con pantalones cortos, colores fluorescentes y, por la sensación térmica, también había mucha gente en malla. Un outfit característico de este tipo de festivales que se impone en grandes, chicos, jóvenes, parejas y grupos.

Para las 15.40Hs. –una hora después de lo programado por demora en las boleterías- Aínda Duo dio arranque al “Festival más lindo de todos” en el escenario Futurock mientras que, abajo del escenario Indie, un grupo de chicas bailaba en patines al ritmo de la música.

Arte y música

Mientras el predio al aire libre iba llenándose de gente, en el Estadio Cubierto del Malvinas Argentinas se llevó a cabo el Espacio Bruma, lugar de paso obligado para quienes iban llegando y preferían estar un rato a la sombra.

Tuvieron un stand los dibujantes icono de la escena actual –Dr. Kurnicopia, Manuel Díaz Vigo, Podridísima, Will Labeta y Paula Vitale– y Prana Peluquería asesoró a quienes quisieron un look mas jugado y acorde al momento.

También hubo una zona de “fichines” para los fanáticos de los video juegos, tiendas de merchandising y disquerías para que pudieras llevarte tus vinilos en el momento, entre otros.

Uno de los protagonistas fue el espacio de la Revista Wacho que dispuso mascaras de personajes conocidos como El Duki, La Faraona, Britney Spears y El Potro para que quien quiera se saque fotos con ellas.

 

 

 

 

 

 


La dinámica fue igual desde que empezó hasta que terminó: ni bien una banda concluía su presentación, la siguiente abordaba el otro escenario y toda la gente presente se iba moviendo de un lugar al otro según sus intereses musicales.

Así pasó con Valdes, el grupo de Córdoba que ya para las 16hs. estaba arriba del escenario Indie y, ni bien finalizaron, empezaron a sonar los saxos y trompetas de Banzai FC en la otra punta del predio. La banda contó con la participación de Wos -el joven rapero que ganó la última Batalla Internacional de Gallos– que se llevó el aplauso del público cerrando el acto. Cuando el sol iba bajando y no pegaba tan fuerte, las rimas de Militantes del Climax hicieron que la temperatura siga subiendo.

Las palabras de arriba hacia abajo del escenario siempre fueron referidas a pasarla bien, divertirse y respetarse uno al otro, como se vio en el show de Bandalos Chinos cuando Gregorio “Goyo” Degano -cantante de la banda- paró en medio de una canción porque veían que cerca de la torre de sonido alguien del público no se sentía bien.

El talento no es una cuestión de género

Ante la temática actual del poco cupo femenino presente en festivales –y los dichos de algunos productores en cuanto a la “baja calidad” de las propuestas de las mujeres en la música-, el Festival dejó ver la realidad. Las Ligas Menores, conformada por tres mujeres y un hombre, abrieron el camino con todo el peso que eso implica. Marilina Bertoldi y Sara Hebe –quien finalizó el Festival- demostraron que el género tiene aguante.

Marilina subió al escenario Futurock con el público que colmaba el predio mientras terminaba de sonar Bandalos Chinos. Y hubo una sorpresa para los históricos seguidores: Hernán Rupolo –ex Connor Questa– la acompañó en guitarra en “La casa de A”, uno de los nuevos temas de “Prender un fuego”, el álbum que se llevó el premio al mejor del año.

Sara Hebe fue quien cerró el festival –acompañada de Ramiro Jota– con su espíritu de lucha llevándose todo lo que veía a su paso. Hizo temblar el Malvinas con su hip-hop rap, reclamos sociales –entre ellos un poema dedicado a los biologicistas y una cartulina con un pedido concreto: “que paren los travesticidios”– y un grupo de bailarines de femme style que se llevaron todas las miradas. Dos solistas imponentes y sin filtro.

El show más teatral y con alta puesta en escena se lo llevó Louta, con un espectáculo que dejó a más de uno boquiabierto. Hizo saltar, bailar y llenó de papelitos todo el Malvinas y, siguiendo con la presencia del genero, Zoe Gotusso –actual Salvapantallas- lo acompañó en “Ayer te vi” y Marilina en “Wacho”.

El Kuelgue pidió “este año más que nunca” por la separación de la Iglesia y el Estado, dando pie al arranque de “Cristo es Marquitos Di Palma” e hizo reír a carcajadas al público con sus números de strandtrap –por la fusión de trap y stand up que surgen de la interacción de Julián Kartún y Santiago Martínez-. Otro de los íconos fue Pablo Vidal, saxofonista de la banda, que también acompañó a otros grupos como Louta y Bandalos Chinos.

Usted Señálemelo, con su melodía particular y momentos retro, y Los Espíritus, uno de los grupos más adultos de la noche, fueron las dos bandas siguientes y encargadas de ir dándole un cierre al Festival – previo a Sara Hebe– pero que, aun así, hicieron mover y saltar al público aún en las canciones que no tienen tanto dinamismo.

 

 

 


En la madrugada del domingo, ya finalizado el Festival Buena Vibra y con el público abandonando el predio, un grupo de personas de alrededor de 40 años se puso a charlar sobre lo que vieron.

“Lo que vimos hoy es algo único, estos pibes están re adelantados. ¿Vos viste lo que fue? Esta es la nueva generación y mira, la tienen re clara”, como cierre a un festival que combina arte, música y celebra la independencia y variedad de géneros con los estandartes de la escena musical actual.

 

Por Catalina Nocino Frick

Fotos de Estefanía Flores