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EL BARRO Y LA FAUNA LLEGARON A TEMPERLEY

Eruca Sativa pasó por Auditorio Sur para presentar su nuevo álbum. Un pedido por Santiago Maldonado y bailes a lo Michael Jackson fueron lo más resonante de la noche.

Eruca Sativa
Eruca Sativa

“Vi renacer mi pulso en tus latidos” asegura sentir Lula Bertoldi al cantar “Pulso”. Como un eco que se trasmite, un virus contagiado o un terremoto replicado, lo que bajó desde el escenario de Auditorio Sur hacia las centenas de que se acercaron para disfrutar de un viernes con mucha energía. Eruca Sativa de a poco se convierte en la respuesta para muchos que no ven un recambio en el rock, aquellos que en triste discurso declaran que el pasado fue mejor, porque la magia no es la misma que antaño.

Hay más celulares que filman y sacan fotos, pero el ritual de saltar, gritar, agitar los brazos, sentir en carne propia las canciones y refrendarse ante los músicos, sigue existiendo porque el juego es el mismo. Los que demuestran sentimientos de un lado, para que otros los cacen como mariposas. Lo que sea que haya ido a buscar la gente de zona sur -y de todos lados, pues Eruca moviliza-, seguramente fue encontrado en ese “Barro y Fauna”, agreste puñado de canciones que tiene el power trío compuesto por Lula, Brenda Martín y Gabriel Pedernera.

Eruca Sativa da vueltas por toda la Argentina y eventualmente por Latinoamérica -recientemente llegaron de Colombia, donde tocaron en las ciudades de Cali y Bogotá con gran repercusión- para presentar “Barro y Fauna”, y la noche del viernes 8 de septiembre le tocó el turno a la zona sur del Gran Buenos Aires.

Antes de la atracción principal, pasadas las 20.30, salió a escena el cuarteto Flou, potente propuesta de rock alternativo proveniente de Paraguay, que llegó con varios fans que agitaron todo el show y levantaron aplausos de los presentes que no los conocían. La confraternidad rockera se equilibrará cuando los hermanos guaraníes sean anfitriones de Eruca en su visita a Asunción dentro de poco.

Tras largos minutos de espera tras el concierto de Flou, se apagaron las luces y Eruca Sativa se subió al escenario para comenzar con la intro del nuevo álbum. “Este sol, despertó”, anuncian con una melodía a ritmo de clave morse para anticipar la furia iniciática. La primera descarga fue “Abrepuertas”, que abre-pogos, y la segunda fue “Armas Gemelas”.

La lista de temas estuvo ligada obviamente a la más reciente producción del grupo originado en Córdoba, del que se desprendieron “Confundiste”, “Japón”, “Nada salvaje” y “Tarará” mostrando el costado más potente del álbum, y las baladas/románticas “Sin la red”, “Haku Malvin: El visitante”, “Justo al partir” y “Pulso”. Un punto notable en los conciertos de los ¿cordobeses? es que un disco que aún no tiene un año de vida como lo es su nueva obra, haya calado tan hondo en los fanáticos, pues disfrutan de las nuevas canciones, en el vivo, de la misma manera que con los considerados “éxitos”.

La importancia de resignificar

Hace algunos días, Juan Matías Tarruella, guitarrista de Láudano en canciones decía en una entrevista con Rock N’ Ball que “las canciones que son eternas, tienen esa característica porque pueden resignificarse todo el tiempo”. Ya sea musical o líricamente, la trascendencia de una obra tiene que ver con su posibilidad de romper la actualidad gracias a su universalidad, temática o eventual pero con signos semejantes. En un país en el que no dejamos de ver injusticias, pero luchas constantes, desde las hogareñas y familiares hasta protestas sociales, “Para que sigamos siendo”, que algunos interpretan como un agradecimiento a quienes nos dieron la vida, tiene mucha fuerza cada 24 de marzo, en el que se grita “Nunca más” y se recuerda a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

La premisa que tiene su engranaje principal en el traspaso de la lucha de uno a otro con el “Sos el fuego que no pueden apagar, sos la vida en la tierra que murió, sos los ojos cuando no nos dejan ver, sos, para que sigamos siendo, para que sigamos existiendo”, fue dedicado por la misma banda a las mujeres asesinadas por la violencia machista y la lucha de miles que salieron a la calle con la consigna Ni una menos. Y en el concierto de ayer, la presentación del tema, que fue tercero en la lista, se dirigió a Santiago Maldonado.

No por partidismo -algo que parece molestar en las últimas semanas-, sino por humanidad. “Cuidemos a los que están al lado nuestro. No se hagan desaparecer”, dijo irónicamente Bertoldi para pedir por Maldonado, centrándose en la posibilidad de que cualquiera puede pasar por esa situación y que nadie debe permitir que se lo olvide.

Tras un intervalo a oscuras en el que suena un instrumental electrónico que divide la primera parte del show, Gaby se unió a Brenda y Lula al frente del escenario para cantar y guitarrear en “Somos Polvo”, tema que por su reminiscencia folclórica va pegado a “Amor ausente”, clásico del trío que con el paso del tiempo va mostrando mejores matices en la voz de Lula, que grita poderosamente como siempre pero se la nota cada vez más afilada en cuestiones melódicas. Otros temas de su repertorio fueron “Para nadie”, “El genio de la nada”, Paraíso en retro, y “Tu trampa”.

Para el final, llegaron los infaltables “Fuera o más allá”, y “Agujas”, que desde hace tiempo siempre va pegado al pesado y furioso “Queloquepasa”, repleto de solos de voz de la mano de la vocalista.

Los falsos saludos de despedida fueron dichos antes de “Magoo”, cuando todo era un hermoso y festivo quilombo en el suelo-pista de baile eruquera en la que se convirtió Auditorio Sur. El cierre fue con “Inercia”, que incluyó una coreografía improvisada de Lula, que se animó hasta tirar un paso de break dance, el “Moon walker” que hizo famoso Michael Jackson, mientras Brenda y Gabriel mantenían el “drum & bass”. En ese intervalo, la cantante hasta se dio el lujo de tomar imágenes del público con la cámara de la fotógrafa oficial del trío.

Luego sí, llegó el auténtico saludo y lanzamiento de púas y palillos para concluir la faena definitivamente. Pero como la gente estaba caliente aún, debieron aceptar el pedido de “una más” que hicieron sus seguidores, y Eruca Sativa volvió a agarrar sus instrumentos para interpretar “El Balcón”, cerrando una noche bien arriba, con mucho baile, conciencia y emotividad.

Fotos por Martín Ghilino [Ojo de Pez]

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