Cuando todos pensaban que el cómodo campeón iba a ser Inglaterra, a último momento los irlandeses hicieron los suyo y le pusieron suspenso.
Primero se encontraban Irlanda- Inglaterra, la rosa venia con la estadística perfecta, cuatro partidos jugados, cuatro ganados, Irlanda cargaba un empate, dos ganados y dos perdidos.
Un partido en donde los de verde se hicieron grande en el primer tiempo anulado a los ingleses a tal punto que no pudieron revertir la situación dentro de los noventa minutos, así fue como gracias a un gran trabajo de los forwards irlandeses y una buena puntería de Jonathan Sexton, el pateador, cerraron el partido 24 a 8 y dejaron a los dirigidos por Martin Johnson a la espera del partido siguiente, Francia- Gales.
Tampoco era tarea sencilla para los galeses, debían ganarle por una diferencia superior a los 26 puntos para llevarse titulo de campeón. No les resulto sencillo, Francia los supero ampliamente por un 28 a 9. Un partido que solo hizo esperar a las ilusiones inglesas.
Si bien no es la mejor manera de consagrarse campeón, hicieron un torneo casi perfecto, mostrando seguridad y buen juego, el coach cerro diciendo “me siento orgulloso de ellos, incluso con el rendimiento de hoy. Fue un gran logro teniendo en cuenta la cantidad de jugadores jóvenes que hay dentro del plantel y que han conseguido su primer campeonato”.
Con este cierre el ranking de la IRB sufrió cambio Irlanda se acomodo en el cuarto lugar, dejando abajo a Inglaterra y a Francia.
Se fue el seis naciones, y no solo dejo a un campeón que se agranda con la llegada del mundial, sino que nos dejo al primer rival de Argentina con el autoestima elevada con ganas de arrasar con todo.
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