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La patria innegociable

El pelado regresa al fútbol luego de un año como Director Deportivo, para cambiar la pálida imagen que dejó Estudiantes y enderezar un barco que parece a la deriva. Fiel a su corazón pincharrata, donará parte de su sueldo a las inferiores del club.

Juan Sebastián Verón no es uno más en el fútbol argentino, y menos en Estudiantes de La Plata. La Brujita es el emblema de un elenco albirrojo que, luego de un ciclo de grandes éxitos, entró en una nebulosa que el propio Verón quiere cortar. Por eso y sólo por eso, el ex Manchester United rompió su fiesta de despedida y se volverá a calzar los cortos.

El regreso del mediocampista al profesionalismo no tiene muchos secretos: cuando pegó la vuelta al Pincha en 2006, el León inició un período de gloria que quedará marcado a fuego en la historia del club. Luego de años de malas campañas, Estudiantes se reencontró con el éxito y se grabó como un candidato en cualquier frente, sea nacional o internacional. Ese período comenzó a diluirse tras la partida de Sabella, en 2010, y encontró su peor momento en la última temporada, con JSV ya como Director Deportivo.

Fue en esta etapa donde el club platense entró en un período de “anarquía”, sin identidad futbolística, sin triunfos, con técnicos que duraban poco y nada. Verón vio cómo lo que tanto costó construir se estaba yendo de las manos, cuando incluso salían a la luz pequeñas disputas de vestuario, y fue ahí cuando entendió que debía volver. La Bruja tiene 38 años, pero su presencia en el vestuario contrarresta cualquier falencia que su edad le implique. Es el líder que junta, la voz que aconseja y motiva.

El ex Inter se mete de nuevo en el profesionalismo luego de jugar un año en la Asociación Coronel Brandsen, de la Liga Amateur Platense, donde fiel a su estilo fue campeón y figura. Además de este título lo respalda una carrera intachable: doce títulos en Europa (con Parma, Lazio, Manchester Utd e Inter) y cuatro con Estudiantes, entre ellos la Libertadores 2009.

Esta sensacional carrera se manchó, al menos para parte de la opinión pública, con la Copa del Mundo 2002. En aquel mundial, Verón fue el reflejo de un equipo que jugó muy mal y fracasó, pero donde él sobresalió por jugar tan debajo de su nivel. Allí nacieron las especulaciones, jamás comprobadas, de que fue al bombo para beneficiar a Inglaterra, país en el que jugaba profesionalmente (Manchester).

Lo que nadie le podrá recriminar a la Bruja es lo que hizo y hace por Estudiantes. Ahora, donará parte de su sueldo para el trabajo del fútbol amateur del club, con el objetivo de seguir con el aporte que hacía como Director Deportivo. El Pincha cambió radicalmente a partir de su regreso en 2006, y sino creen esto, péguense una vuelta por el country en el que todos los jugadores del club entrenan, en City Bell. A Verón se lo tildó de inglés y de traidor, se podrá discutir en otro momento, lo que es innegable es que tiene un amor místico e intocable: la Patria Pincharrata.

Dolorense, nacido en 1991. Licenciado en proyecto de Magíster. Hay una cosa que nunca van a entender...