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Bandas sonoras: Into the wild

Con "el bus mágico": arriba, Chris McCandless. Abajo, Emile Hirsch.

Cuando decimos Into the wild –o Hacia rutas salvajes, como se la tradujo-, decimos Chris McCandless –el hombre en quien se basó la película-. Decimos Happiness is only real when shared (“La felicidad sólo es real cuando es compartida”). Y por supuesto, decimos Eddie Vedder. Porque la producción de Sean Penn es una de las películas con más alma de los últimos años, y porque una parte significativa de ese alma proviene de las canciones compuestas e interpretadas por el vocalista de Pearl Jam.

Into the wild tiene todo para quedar en el podio de favoritas de quien sea: un gran trabajo de cámara y fotografía, un guión complejo pero totalmente logrado y una actuación impecable de Emile Hrisch –quien volvió a trabajar con Penn en Milk, y también protagonizó Meteoro y La chica de al lado-.

"La libertad y la simple belleza son demasiado buenas para dejarlas pasar."

Pero por sobre todo está la historia de la vida de Chris McCandless –también conocido como Alexander Supertramp-, un hombre que una vez graduado de la universidad donó todos sus ahorros y empezó a viajar por los Estados Unidos sin dinero ni pertenencias, con el propósito de despojarse de toda atadura material y, en última instancia, llegar a Alaska.

[youtube Mwx3RvDWvDM]

La intención de Penn de capturar la filosofía de vida de McCandless –que también tiene su versión literaria: Back to the wild (Retorno a lo salvaje)- es un éxito. La película es un detonador de cabezas, y su banda sonora también: de las once canciones que la conforman, nueve son composiciones de Eddie a las que lo único que se les puede criticar es que resultan cortas –la mayoría apenas supera los dos minutos-.

El Vedder que encontramos en Into the Wild no es el indignado, sino el reflexivo, el mágico, el que te puede llevar de viaje solamente con su voz acompañada por instrumentos acústicos –que, vale decir, se ocupó de ejecutar él en todos los temas-. La combinación de sonidos principalmente folk y letras combativas desde un lugar casi introvertido da como resultado un soundtrack que además de complementar la producción a la perfección, tiene identidad y vida propia.

Uno de los mejores ejemplos es Society, crítica de la sociedad consumista –“When you want more than you have you think you need, and when you think more than you want your thoughts begin to bleed” (“Cuando querés más de lo que tenés, creés que lo necesitás, y cuando pensás más de lo que querés, tus pensamientos comienzan a sangrar”). Gracias a la versión de Vedder con Jhonny Depp, la canción trascendió el film y se hizo conocida para muchos que no lo habían visto, produciendo el proceso inverso al tradicional: que la música lleve a la película.

[youtube hcgtTrMBMEU]

Sin embargo fue Guaranteed la que le valió a Eddie el Golden Globe por la mejor canción original en el 2008. Y sí, es una garantía de un ratito de piel de gallina, igual que la versión Hard sun, escrita por Gordon Peterson –también conocido como Indio-, que colaboró con Vedder en la composición y grabación de la banda sonora completa.

Acá, la media hora que te recomendamos que ya te pongas a escuchar:

  1. Setting forth
  2. No ceiling
  3. Far behind
  4. Rise
  5. Long nights
  6. Tuolumne
  7. Hard sun
  8. Society
  9. The wolf
  10. End of the road
  11. Guaranteed

Con “el bus mágico”: arriba, Chris McCandless. Abajo, Emile Hirsch.

Cuando decimos Into the wild –o Hacia rutas salvajes, como se la tradujo-, decimos Chris McCandless –el hombre en quien se basó la película-. Decimos Happiness is only real when shared (“La felicidad sólo es real cuando es compartida”). Y por supuesto, decimos Eddie Vedder. Porque la producción de Sean Penn es una de las películas con más alma de los últimos años, y porque una parte significativa de ese alma proviene de las canciones compuestas e interpretadas por el vocalista de Pearl Jam.

Into the wild tiene todo para quedar en el podio de favoritas de quien sea: un gran trabajo de cámara y fotografía, un guión complejo pero totalmente logrado y una actuación impecable de Emile Hrisch –quien volvió a trabajar con Penn en Milk, y también protagonizó Meteoro y La chica de al lado-.

“La libertad y la simple belleza son demasiado buenas para dejarlas pasar.”

Pero por sobre todo está la historia de la vida de Chris McCandless –también conocido como Alexander Supertramp-, un hombre que una vez graduado de la universidad donó todos sus ahorros y empezó a viajar por los Estados Unidos sin dinero ni pertenencias, con el propósito de despojarse de toda atadura material y, en última instancia, llegar a Alaska.

La intención de Penn de capturar la filosofía de vida de McCandless –que también tiene su versión literaria: Back to the wild (Retorno a lo salvaje)- es un éxito. La película es un detonador de cabezas, y su banda sonora también: de las once canciones que la conforman, nueve son composiciones de Eddie a las que lo único que se les puede criticar es que resultan cortas –la mayoría apenas supera los dos minutos-.

El Vedder que encontramos en Into the Wild no es el indignado, sino el reflexivo, el mágico, el que te puede llevar de viaje solamente con su voz acompañada por instrumentos acústicos –que, vale decir, se ocupó de ejecutar él en todos los temas-. La combinación de sonidos principalmente folk y letras combativas desde un lugar casi introvertido da como resultado un soundtrack que además de complementar la producción a la perfección, tiene identidad y vida propia.

Uno de los mejores ejemplos es Society, crítica de la sociedad consumista –“When you want more than you have you think you need, and when you think more than you want your thoughts begin to bleed” (“Cuando querés más de lo que tenés, creés que lo necesitás, y cuando pensás más de lo que querés, tus pensamientos comienzan a sangrar”). Gracias a la versión de Vedder con Jhonny Depp, la canción trascendió el film y se hizo conocida para muchos que no lo habían visto, produciendo el proceso inverso al tradicional: que la música lleve a la película.

Sin embargo fue Guaranteed la que le valió a Eddie el Golden Globe por la mejor canción original en el 2008. Y sí, es una garantía de un ratito de piel de gallina, igual que la versión Hard sun, escrita por Gordon Peterson –también conocido como Indio-, que colaboró con Vedder en la composición y grabación de la banda sonora completa.

Acá, la media hora que te recomendamos que ya te pongas a escuchar:

  1. Setting forth
  2. No ceiling
  3. Far behind
  4. Rise
  5. Long nights
  6. Tuolumne
  7. Hard sun
  8. Society
  9. The wolf
  10. End of the road
  11. Guaranteed