Archivo

El más grande sigue siendo Angelito

Sin entrar en profundos análisis ni en comparaciones que pueden resultar más que odiosas, resulta difícil encontrar muchos clubes de fútbol del mundo que tengan un prócer que, con el simple hecho de pronunciar su apellido o hasta su nombre en diminutivo, derive, sin ningún tipo de dudas en una relación directa con un club.

Labruna junto a Loustau en 1942

Decir Ángel Amadeo Labruna es exactamente lo mismo que decir Club Atlético River Plate y viceversa.No existe hincha millonario que no sienta lo mismo y eso es algo que se ha transmitido de generación en generación.

Angelito nació el 28 de septiembre de 1918 en la Ciudad de Buenos Aires. Debutó en la primera de River el 18 de junio de 1939 contra Estudiantes de La Plata. A partir de ese momento, y hasta su último partido con la banda roja, el 12 de octubre de 1959, disputó un total de 515 partidos de primera división y conquistó 293 goles (aunque hay estudios revisionistas del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol -CIHF- que podrían arrojarle un par de tantos más), lo que lo convierte en el mayor goleador del profesionalismo junto con el paraguayo Arsenio Erico.

Como jugador, conquistó nueve títulos de primera división con la camiseta millonaria. Tras su salida de River, jugó en Rangers (Chile), Rampla Juniors (Uruguay) y en Platense, en dónde siendo director técnico, disputó un par de partidos.

En su carrera como entrenador, condujo a River en el gran desahogo de 1975, cuando conquistó el Metropolitano tras 18 años de angustiosas frustraciones. Los títulos del Nacional 1975, el Metropolitano ’77, el bicampeonato del ’79 y el Campeonato IV Centenario 1980, fueron los otros galardones conquistados como DT del River de sus amores.

El 19 de septiembre de 1983, mientras forjaba a un Argentinos Juniors que después fue la admiración de todo el planeta, Labruna falleció, y automáticamente ingresó en la inmortalidad riverplatense.

Hace pocos años, la Subcomisión del Hincha de River, instituyó el día del nacimiento de Labruna como el “Día Internacional del Hincha de River”. Nada más justo y merecido.

Sin entrar en profundos análisis ni en comparaciones que pueden resultar más que odiosas, resulta difícil encontrar muchos clubes de fútbol del mundo que tengan un prócer que, con el simple hecho de pronunciar su apellido o hasta su nombre en diminutivo, derive, sin ningún tipo de dudas en una relación directa con un club.

Labruna junto a Loustau en 1942

Decir Ángel Amadeo Labruna es exactamente lo mismo que decir Club Atlético River Plate y viceversa.No existe hincha millonario que no sienta lo mismo y eso es algo que se ha transmitido de generación en generación.

Angelito nació el 28 de septiembre de 1918 en la Ciudad de Buenos Aires. Debutó en la primera de River el 18 de junio de 1939 contra Estudiantes de La Plata. A partir de ese momento, y hasta su último partido con la banda roja, el 12 de octubre de 1959, disputó un total de 515 partidos de primera división y conquistó 293 goles (aunque hay estudios revisionistas del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol -CIHF- que podrían arrojarle un par de tantos más), lo que lo convierte en el mayor goleador del profesionalismo junto con el paraguayo Arsenio Erico.

Como jugador, conquistó nueve títulos de primera división con la camiseta millonaria. Tras su salida de River, jugó en Rangers (Chile), Rampla Juniors (Uruguay) y en Platense, en dónde siendo director técnico, disputó un par de partidos.

En su carrera como entrenador, condujo a River en el gran desahogo de 1975, cuando conquistó el Metropolitano tras 18 años de angustiosas frustraciones. Los títulos del Nacional 1975, el Metropolitano ’77, el bicampeonato del ’79 y el Campeonato IV Centenario 1980, fueron los otros galardones conquistados como DT del River de sus amores.

El 19 de septiembre de 1983, mientras forjaba a un Argentinos Juniors que después fue la admiración de todo el planeta, Labruna falleció, y automáticamente ingresó en la inmortalidad riverplatense.

Hace pocos años, la Subcomisión del Hincha de River, instituyó el día del nacimiento de Labruna como el “Día Internacional del Hincha de River”. Nada más justo y merecido.